1. Una noche de otoño con una travesti


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Transexuales Fantasías Eróticas Autor: Alvaro G. Suese, Fuente: CuentoRelatos

    ... y su sensualidad. Sobre la mesa había dejado el importe convenido, algo que le hizo saber con un gesto. Luego le sirvió una copa. - Cariño, ¿prefieres que me desnude? -le dijo. El la miró y asintió con la cabeza. Ella, con movimientos cadenciosos se desabrochó el sujetador que cayó al suelo y luego desató su tanga que fue a parar junto al lado de la otra prenda, mostrando todo su esplendor. Ella se acercó y lo besó. Su lengua cálida y húmeda penetró hasta su garganta en un beso largo, lleno de pasión. Luego comenzó a bajar sus manos acariciando su cuerpo hasta llegar a su pantalón. Desabrochó el cinturón, le bajó los pantalones y comenzó a acariciar su polla erecta oculta tras el calzoncillo. Luego pasó su lengua por encima de la tela lamiendo todo su pene. Con sumo cuidado le bajó los calzoncillos y una vez el pene a la altura de su boca comenzó a lamerlo en toda su extensión. La columna, la cabeza, los testículos, todo lo acarició con su lengua hasta que finalmente le introdujo en su boca y comenzó a mamarlo con suavidad. Casi lo conduce al éxtasis. Jamás nadie le había hecho una mamada como aquella. - Fóllame la boca, cariño, no te cortes -dijo. El la agarró por la nuca y comenzó a introducirle su polla en la boca hasta el fondo mientras ella mamaba sin parar. Fue una experiencia única. Se sintió el amo de aquella puta, sabiendo desde aquel momento que podría hacer con ella todo lo que le diese la gana. A punto estuvo de correrse pero lo evitó extrayendo la polla de su ...
    ... boca en un movimiento rápido. Ella se estaba pajeando y su pene aparecía duro y desafiante. - Fóllame amor, fóllame -le pidió-. Quiero que me revientes, que me destroces, haz conmigo lo que quieras pero fóllame. Con pocos miramientos la levantó y la tumbó sobre la cama. Ella le pidió que esperase. Fue a su bolso y extrajo un pequeño frasco de aceite mientras él se colocaba un preservativo. Tras aplicarse aquel aceite en su ano embadurnó su polla cubierta por el condón. Luego se tumbó nuevamente sobre la cama, se puso a cuatro patas, separó ligeramente su piernas y le ofreció aquel ano que palpitaba de deseo. No lo pensó dos veces. La penetró con fuerza por aquel agujero dilatado y comenzó a follarla como un poseso. Jamás había follado a nadie con tanto deseo, con tantas ganas. Ella comenzó a pajearse. Tuvo que detener el ritmo en más de una ocasión para evitar correrse antes de lo deseable. Finalmente ella se corrió entre jadeos manchando todas las sábanas con su semen. Él le siguió poco después, sacó la polla de su culo y se pajeó sobre su espalda. Luego los dos cayeron sobre la cama extenuados. Había sido un polvazo. Pasados unos minutos y ya recuperados se ducharon juntos, enjabonándose mutuamente mientras no dejaron de besarse. Al salir, como mejor pudo limpió la cama de los restos de semen todavía visibles. - Cariño -le dijo- me ha encantado, me has hecho gozar. Si quieres me quedo contigo pues hasta la seis no tengo que irme. Si me dejas quedar a dormir estaría encantada. ...