1. Anita y el personal trainer caribeño


    Fecha: 27/07/2018, Categorías: Sexo Interracial Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... Seguramente se había mojado bien la concha estando tan cerca del negro.Esa noche vino a cenar Marina con su marido y en un momento ellas dos se fueron a conversar a la cocina. Traté de escuchar lo que decían y me sorprendí al escuchar que Ana le confesaba a su amiga que, mientras el tal James la traía a casa en su auto, le había metido una mano por dentro de las calzas y le había acariciado el clítoris a Anita hasta hacerla acabar.Como retribución, mi dulce esposa le había masajeado la verga hasta hacerlo acabar a él entre sus dedos… Por eso había estado después encerrada en el baño…Lo peor de todo, fue escuchar que el negro le había dado su dirección, para ir a coger tranquilos en su casa cuando ella finalmente se decidiera…Unos días después me dijo que el sábado por la tarde temprano saldría de compras con Marina. Era extraño, porque justamente el marido de Marina me había comentado que se irían a pasear fuera de la ciudad esa tarde…Decidí seguir a Anita, adonde fuera que se encontrara con su nuevo amigo negro.Ella se llevó nuestro auto y yo la seguí en un taxi.El barrio donde vivía James era espantoso, un lugar oscuro, solitario y peligroso.Ana descendió del auto frente a una casa bastante derruida y cruzó las rejas.James salió a recibirla con una gran sonrisa y sin decir palabra tomó a mi delicada mujercita por una muñeca y la arrastró hacia adentro.Yo entré por detrás de la casa y me ubiqué frente a una ventana abierta que daba al comedor principal. Me escondí detrás ...
    ... de unas plantas.Ambos estaban sentados en un gran sofá bastante desvencijado.“Te hice calentar bastante, baby, estabas mojada”. Le dijo el negro sonriendo.“Basta James, por favor, soy casada, eso no va a volver a pasar nunca más…”“Entonces… por qué viniste hasta aquí, no te gustaría probar mi verga en tu concha?”“No, ya te dije que basta de hablar sobre eso…” Dijo Anita casi ofendida…Pero el negro insistió, acercándose a ella e intentando besarla en el cuello.Ana no se resistió demasiado, pero de repente se levantó de un salto e intentó ir hacia la puerta. James entonces le aferró la mano con firmeza y la arrastró hacia él.“Vamos a divertirnos un rato, solamente” Le susurró suavemente a mi esposa.Comenzó entonces a pasarle su enorme mano por la concha, por encima de las ajustadas calzas que llevaba Anita. Ella comenzó a gemir suavemente.El negro no quiso perder más tiempo. Le arrancó de un solo tirón las calzas y la tanga de algodón y sentó a Ana en el gran sofá. Le hizo abrir las piernas y comenzó a lamer sus labios vaginales.Ella comenzó a gemir y a debatirse:“Noooo, no quiero… me estás calentando mal, negro hijo de puta… no quiero…”Pero James no la dejó ni respirar; le lamió la concha por cinco minutos, hasta que mi mujercita estuvo bien mojada y por supuesto, entregada…De repente él se puso de pie y se bajó los pantalones.Lo que pude ver de costado me dejó totalmente pasmado: era una verga negra enorme, ya endurecida y tan grande como mi antebrazo. Si se cogía a Anita con ...