1. Anita y el personal trainer caribeño


    Fecha: 27/07/2018, Categorías: Sexo Interracial Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... esa cosa desproporcionada, seguramente ella iba a terminar en un hospital…Anita abrió los ojos con expresión de sorpresa. Yo podía ver sus pezones erectos de excitación bajo la ajustada remera de algodón que llevaba. Estaba desnuda de la cintura para abajo, con sus piernas abiertas y la vulva brillando con sus fluidos.Mi esposa la tomó entre sus delicadas manos y comprobó lo pesada que era esa pija.“Es demasiado grande, me vas a lastimar con esta cosa “. Se quejó ella.“Ahora vas a chupármela, baby… después veremos…” Sonrió el negro.Ana comenzó a lamer esa verga enorme por ambos lados; trataba de metérsela en la boca pero era una tarea imposible. Mientras ella se entretenía lamiendo esa cosa negra, su nuevo amante le acariciaba la vulva con los dedos, metiéndoselos a fondo en esa dulce concha que yo tanto disfrutaba…De repente. El negro se incorporó y tomó a mi esposa por la cintura, haciéndola girar para ponerla en cuatro patas sobre el sofá. Después se escupió los dedos para pasarlos por la concha de Ana, para terminar de lubricarla bien. Al mismo tiempo se acariciaba la verga negra, para endurecerla del todo.El muy hijo de puta sabía que con semejante pija mi esposa iba a sufrir dolor, pero eso no le importaba demasiado, quería tener la verga bien dura para enterrársela a fondo.Anita estaba tan excitada y entregada, que parecía no resistirse ya a nada…Seguía con la cabeza gacha y los ojos cerrados, esperando a que el caribeño la penetrara.Entones James se puso en cuclillas ...
    ... detrás de ella y la montó. Yo sabía que en esa posición, la penetración sería tremenda.Ana alcanzó a pedirle muy suave: “Despacio, por favor…”Pero ella no sabía lo que le esperaba. Con el primer empujón le metió apenas la cuarta parte de esa enorme pija negra: lo cual hizo que Ana quedara con la cara contra el sofá y dejara escapar un alarido desgarrador de dolor…“Ayyyy… me duele mucho, me estás destrozando la concha… despacio!!” Gimió.Pero el negro era insistente; con un segundo empujón logró enterrarle la verga hasta casi la mitad, por lo cual Ana volvió a gritar, llorar, debatirse y pedirle que se la sacara, porque la estaba matando.James no iba a darse por vencido tan fácilmente: con un tercer y último empujón, le metió casi toda su enorme verga a mi delicada mujercita en la concha… y ella ya no se quejó más…El negro comenzó a bombearla sin piedad, sin importarle los aullidos y la expresión de dolor pintada en el hermoso rostro de mi esposa…Por suerte para ella, el castigo en su vagina duró muy poco; en menos de tres minutos el negro le hundió la enorme pija todo lo que pudo a fondo, haciendo que Ana apretara los dientes y cerrara los ojos, mientras aullaba a todo pulmón.Dejó escapar un grito distinto cuando sintió el calor del semen derramándose en su interior. Me pareció que ella no había tenido tiempo de experimentar ningún orgasmo.James fue retirándose muy despacio de esa hermosa concha, como si con ello pudiera prolongar su propio placer. Dejó tirada allí a Ana, que ...