1. Confidencias 16 Pablo, Eduardo y Yasin, los tres el mismo día


    Fecha: 13/08/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... y ahora estaba en los de Yasin, iba a resultar un día muy completo, para compensar los otros oscuros y sin tanto placer. -¿Qué haces aquí mi dulce negro? Se echó a reír. -Yo vivo de esto, me ha contratado uno de mis buenos clientes que exige en la agencia que me quiere a mí. -¿Eduardo? No sé para qué preguntaba lo obvio. -¿Quien si no? Luego jugamos en el agua, lo siento por él pero nado mejor. Dulce nos miraba queriendo saltar al agua para jugar con nosotros pero no se atrevía. Yasin se fijó en él. -Es un perro muy bonito, me gusta, dile que entre en el agua para jugar. -Dulce, ven, ven aquí amor. Hacía como queriendo saltar y al ver llegar el agua a sus patas retrocedía. -Ven preciso, ven. Algo increíble sucedió, Yasin extendió los brazos hacía mi Dulce y éste saltó al agua. Sentí que me había traicionado. Jugamos un ratito con él hasta que se acostumbró y nadaba a nuestro lado, más al lado de Yasin, comenzaba a sentirme celoso. Eduardo nos llamó y salimos, nos tendió unas enormes toallas y él mismo comenzó a secar a Dulce subido en una butaca. -¿Qué te ha parecido la visita? Me dijo Edu al oído mientras Yasin terminaba de secar el pelo de Dulce. Mi mirada se dirigió el chico que desnudo, con algunas gotas de agua aún en su piel, se afanaba en secar a mi perro jugando a la vez con él. -Sabes que Yasin me encanta aunque lo tengas que pagar para estar un rato con él. Eduardo acariciaba mi barbilla y me la alzó para besarme la boca. -Un rato, una noche, lo que tú quieras. ...
    ... Me empujaba con suavidad para que me acercara al macho que era Yasin. Empezaba a adivinar que Eduardo disfrutaba mirando como otros hombres me follaban, lo que él no podía hacer aunque lo deseara con todas las fuerzas de su ser. Abracé el cuello del moreno dejando a Dulce entre los dos. Yasin respondía a mis besos con dulzura, con pasión en algunos momentos. Eduardo le pagaba y Yasin cumplía haciendo lo que además deseaba. -Espera, vamos a beber para que todo funcione bien. Me dejó sobre la butaca con el rabo tieso, yo no necesitaba de afrodisiacos y esas cosas pero él sí, se suponía que tenía que presentar ante Eduardo un aspecto de macho al punto. Llegó con dos vasos, adiviné que el ya había tomado por el endurecimiento de su pene que estaba empezando a crecerle. Bebí el líquido sintiendo muy rápido su acción, él lo apuró en un momento y me abrazó frotando su inmensa virilidad aun no despierta del todo sobre mi muslo. -Vamos a tu habitación, ahora tienes tu sitio. Eduardo se levantó, caminando para dirigirse al pasillo donde estaban nuestros dormitorios, le seguimos, Yasin sujetando mi mano, intuí algo de miedo en su actitud, miedo a no poder cumplir con su trabajo y me dispuse a ayudarlo, disfrutarlo sí, pero también a que se sintiera orgulloso de su virilidad tan grande que necesitaba de auxilios externos para cumplir como se esperaba de él. Encima de mi cama nos besábamos enredando nuestras piernas, sentía su extremado calor en el aliento de su boca, en su ahora dura ...
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