1. SOLO ERA UN JUEGO… (2)


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... que estaba la mar de enervada; de deseosa de placer, de modo que su organismo respondió casi al instante a las “atenciones” que los dedos de su hermano prodigaban a tal botoncito, con lo que en menos que se santigua un cura loco, como hace años se decía, empezó a disfrutar, lo que hizo que el dolor quedara más que amortiguado, digamos que tapado Pero es que sucedió que, al disminuir la sensación dolorosa, una rara sensación, como preludiando un poquitín de gusto, comenzara a aparecer por donde atacaba el miembro de su hermano… ¡Dios, iba a ser verdad!... ¡A lo mejor, en un plis, empezaba a gozar también por el trasero! Sandra volvió a desgranar su fresca risa Y dicho y hecho, pues Paco se empleó a fondo en complacer a su hermanita que, como dijera, en no mucho rato empezó a gritar Y el “maridito” se entregó al tajo de complacer a su mujercita con unos bríos, un empeño, una dedicación inenarrable… Y claro, también el “maridito” comenzó a disfrutar lo que no está en los escritos Sandra así disfrutó del primer orgasmo de aquella noche, que acabaría por ser larga… Muy larga… Al poco, también Paco anunció a su hermana que acababa, que estaba próximo, muy próximo a eyacular A Paco no le dio tiempo a “sacarla” pues, en automático, Sandra se echó hacia adelante, “desenganchándose” de él. Se dio la vuelta al instante quedando boca arriba, con las piernas, los muslos bien abiertos Paco entró en el sexo de su hermana e intentó controlarse… Tarea dura, pues no tenía experiencia ninguna, ...
    ... era la primera vez que “cataba” un sexo femenino que a medias logró. A medias, pues acabó por eyacular cuando Sandra más disfrutaba, preludiándose así su propio orgasmo, pero sin que éste hubiera roto aún… Y entonces fue cuando Paco dio la talla porque, decidido a complacer a su hermanita de su alma, a hacerla dichosa al límite, sí que aguantó el tipo, empujando como un león, sin dejar que lo “suyo” enflaqueciera… Sandra, al notar que su hermano eyaculaba dentro de ella, empezó a moverse como posesa… Como poseída por una fuerza irrefrenable, mientras gritaba Y, como antes se dice, Paco siguió… Contra toda Natura… Contra viento y marea… Pero siguió… Aguantó como un tío… Como un tío experimentado… Y su hermana disfrutó del segundo orgasmo que la larga noche le regalaría… Fue indescriptible, haciéndola no ya gritar de placer, sino aullar como una loba… En el momento cumbre sus dientes quedaron señalados en las mejillas, el cuello, hasta en una tetita de su hermano, mientras las uñas de los dedos de ambas manos “araban” la espalda de Paco, dejando en ella dos serie de cuatro surcos cada una, más o menos paralelos, pero enteramente sanguinolentos… A ratos durmieron, a ratos repitieron la mutua entrega se mantuvieron hasta que, más allá de las seis de la mañana, no pudieron más, quedando profundamente dormidos… Uno en brazos del otro, íntimamente abrazados… Y con el “pajarito” de Paco todavía alojado dentro del cálido “nidito” de su hermana, que bajo ningún concepto permitió que el ...
«1234...8»