1. SOLO ERA UN JUEGO… (2)


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... pájaro echara a volar lejos del nido… Caprichitos raros de hermana rarita, vamos… Como cada día, a las siete de la mañana Dª Alejandra se levantó para prepararles el desayuno a su marido, D. Francisco, Paco para su mujer, y su hija Sandra, los cuales solían levantarse para ir a trabajar unos diez-doce minutos después. Así, que fue a la cocina a preparar los cafés con leche de los dos, con un par de piezas de bollería, magdalenas las más veces… Esos diez minutos más tarde oyó cómo su marido se levantaba e iba al baño a ducharse; esperó otros diez minutos más para que su hija se levantara también, pero al no hacerlo se pensó, “Pues parece que hoy no va a ir a trabajar… Claro, anoche vino tan tarde que cualquiera sabe a qué hora habrá podido dormirse” Su marido, D, Francisco, pero Paco a secas para ella, se llegó a la cocina, duchado y ya vestido. En dos-tres sorbos se acabó el café, se metió las magdalenas en un bolsillo y, dando un beso en los labios a su mujer, con su “miajita” de lengua incursa, salió de casa rumbo al taller de chapa y pintura donde “currelaba”. Su mujer, que le había acompañado hasta cerrarle la puerta a su espalda, regresó a la cocina, a prepararse el café con leche que cada día, al marchar marido e hija al trabajo, solía tomarse a “palo seco” antes de volver a la cama. Mientras, primero, se preparaba el café y luego se lo tomaba, su mente pensaba en su hija;en lo raro de que regresara a esas horas, tras salir de mañana dispuesta a unir su vida a la de su ...
    ... novio… Ese Matías que tan poquito le gustaba… Para ella no cabía duda alguna de que era un chulo indecente… Y dudaba mucho de que, en verdad, quisiera a su Sandra…Tampoco le cabía duda alguna de que no la haría feliz… Dichosa… Coma a ella la había hecho…la hacía Paco, su tierno marido… Pero Sandra se había emperejilado en quererle… Y ya se sabe cómo son las chicas, los chicos, de hogaño… Dª Alejandra se acabó el café y se levantó de la mesa de la cocina a la que antes se sentara para volver a su dormitorio; a su cama y seguir durmiendo hasta las diez-diez y media de la mañana, hora a la que, efectivamente, cada día se levantaba… Salió al salón y de allí pasó al pasillo que albergaba los dormitorios de todos ellos, el del matrimonio y los de los chicos; pasó frente a la puerta del cuarto Sandra y le entró la idea de entrar a ver cómo estaba… Por si no se encontrara bien… Si necesitaba algo Abrió la puerta y se quedó allí, donde estaba; ni en el umbral siquiera… Petrificada, helada… Sin sangre en las venas ante lo que vió: Sus dos hijos acostados juntos en la cama de Sandra… Desnudos… Abrazados él a ella, ella a él… ¡Y de qué forma!... Si, hasta parecía que la “cosota” de él todavía estuviera dentro de la “cosita” de ella… Se sintió morir y tuvo que asirse sólidamente a la jamba de la puerta para no rodar al suelo, pues al momento las piernas parecían negarse a sostenerla… Quiso gritar de horror, pero no pudo… Un fiero ñudo, como si una mano de acero le aferrara la garganta, le ...
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