1. La tormenta


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... normal reacción de un varón que se encuentra en esa situación con una hembra de treinta y siete años, que aunque era mi madre, estaba buenísima y con la que a veces fantaseaba y me había hecho más de una paja. Así que mi erecto y duro pene cual si fuese un pararrayos empezó a presionar contra el sexo de mi madre, la cual no parecía inmutarse por ello, pues cada vez me abrazaba más fuerte para aliviar la tensión y el miedo que la tormenta le producía. Yo nunca había penetrado a una mujer y sentía que mi glande ya estaba a la entrada de su rajita y podía ya sentir su calor y su humedad pues estaba como chorreando. De repente la tormenta estaba encima de la casa y cayó un rayo simultaneo con su respectivo trueno y en ese momento mi madre se apretó a mí de tal modo que mi verga la penetró hasta dentro y mi madre empezó a jadear y a repetir polla, polla , polla, polla quiero polla. Sin duda la represión sexual que mi madre había tenido guardada en su inconsciente durante tantos años afloró de repente y desató en ella un furor uterino para gran satisfacción mía y también suya, pues aunque mi padre le proporcionase placer con el sucedáneo del dedo mi madre deseaba en su inconsciente ser penetrada por ...
    ... una polla dura y de verdad que le proporcionas placer a ella y ella proporcionase placer al portador de la polla. Polla, polla, quiero polla decía sin parar, como liberando la tensión acumulada durante años y sin importarle que la polla que la estaba penetrando era la de su propio hijo. Mamá, le dije cálmate. Hijo, yo quiero mucho a tu padre y hubiese sido incapaz de engañarle con un hombre al que no amase y hacer esto sólo por placer , pero contigo es diferente porque a ti hijo también te quiero y esta noche he sabido que podía tener otra vez placer con un hombre al que amo tanto como a tu padre y ese sólo puedes ser tú, incluso estoy segura que tu padre lo comprendería. Nos corrimos juntos ,la tormenta se fue, pero ella me dijo quédate aquí conmigo. Esa noche volvimos a joder con pasión. Y así todos los días hasta que mi padre regresó. E incluso aunque no esté de viaje siempre encontramos un momento para gozar ella conmigo y yo con ella. Ahora siempre que mi padre sale de viaje duermo con mi madre, aunque no haya tormenta, y ella vuelve a gozar con la polla de un hombre al que ama y yo ya no tengo que hacerme pajas pensado en ese cuerpo tan hermoso que tiene mi madre pues gozo con él directamente. 
«12»