1. MI MUJER INSISTIÓ EN HACER UN TRIO Y QUE YO SOLO LA VIERA


    Fecha: 05/10/2017, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... sentía acalorada y deseaba refrescarse. La vimos entrar al baño y en mal español los negros me hicieron preguntas, que de donde éramos, que si de verdad yo estaba enfermo y por eso dejaba coger a mi mujer como ella les había dicho, etc. Les dije que si, y los vi entrar en confianza. Arturo me dijo que hacia tiempo se había cogido a una mujer en presencia del esposo, también diabético, pero estando con la verga metida en la panocha de aquella dama, el tipo se había acercado para acariciarlo a el, y eso lo había sacado de onda porque el, dijo, no le hacia al sexo gay. El otro solo oía y nada decía pero cuando salió mi esposa del baño venia sol enfundada en el baby doll verde y se veía sensacional de verdad. Sonriendo se acercó al sofá y se metió entre los dos negros mientras me miraba y sonreía. Yo solo pude reír y con un gesto de mi cabeza le di a entender que adelante, que gozara de su fantasía. Me dijo que si con un movimiento de su cabeza y comenzó a besar en los labios alternadamente a los dos negros que comenzaron a sobarle sus senos, su vientre y las piernas. Ella, con las piernas aun cerradas, solo giraba su rostro para besarlos y se dejaba hacer. La oía suspirar fuerte, indicio de que se estaba calentando. Luego Carlos se movió un poco y comenzó a besarla en el seno derecho, mientras su mano buscaba la conchita de mi esposa. Abrió las piernas y pude ver que su ponche, bien rasuradito, porque me había pedido afeitarla la noche anterior en la casa, estaba brilloso de ...
    ... sus jugos. Yo estaba sorprendido de la capacidad amatoria de mi mujer. Masturbaba a uno y mamaba al otro, y luego cambiaba alternándolos. Ellos estaban felices y me moví un poco para ver cómo se tragaba completita la verga de Arturo mientras no dejaba de masturbar a Carlos. Peor cuando buscaba meterse la verga de Carlos en la boca esta era insuficiente, ya que Carlos era mas grande de verga que su amigo. Mi esposa se daba vuelo con los dos, y dirigiéndose a mí, con los ojos vidriosos ya de la excitación, me dijo: -¿Cómo me veo, mi amor? Me tienen bien caliente, pero no voy a dejar que Carlos me la meta por el culito, mi cielo, porque la tiene demasiado grande. Ayyyy, mi amor, que rico siento de que me dejes cogerme a estos dos negros… te quiero mucho mi amor… te amo por ser tan comprensivo conmigo… Mira mi cielo, tu eres parte de esta fantasía… ¿Qué quieres que me hagan mi amor? ¿O qué quieres que yo les haga? ¡Anda dímelo, tu eres parte de esta felicidad cariño! Hummm, tengo ganas de que me la meta Arturo de perrito… ¿Qué opinas, mi amor? -Pues si tú así lo quieres, mi amor, adelante… ¡Nada más no te vaya desfondar el culo! -No, todavía no quiero que me cojan por el culito sino por el ponche pero de a perrito… Mira, y mientras Arturo me la mete así, que Carlos me la de en la boca- dijo mi esposa con voz entrecortada de lo caliente que ya estaba. Mi verga respondía al espectáculo y no podía dejar de ver cómo aquellas manos negras acariciaban su cuerpo. Mentalmente sentí mucho ...