1. El chantaje (III): Un paso a lo prohibido


    Fecha: 22/08/2018, Categorías: Incesto Hetero Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos

    ... en ese juego, me acaloraba a cada explicación que mencionaba, mas sin embargo no lo lograba hallar, por más que busque no lo pude encontrar. Mientras tanto mi madre recorría cada aparador buscando el traje de mi padre y el de ella, las obscenidades de mi hermano hacían que mi cuerpo entrara en calor, sentía esa necesidad de ser tocada o porque no de tocarme, lo cierto era que me detenía mi moral y la presencia de la gente. Todo siguió así hasta que salimos de aquella plaza, minutos después en el autobús volví a recibir nuevamente una llamada, ahora describía la posición de mis piernas y lo lindas que se veían, no podía creerlo, sin más, sabía que alguien era el cómplice, pero quien a nadie de los que iban en el micro conocía o por lo menos eran conocidos, podía sentir como mis flujos tomaban cause en mis piernitas, cuadras antes de llegar a la casa, la llamada terminaba dejándome completamente alterada de calor eso si sobrepasaba mi calentura. Caminando nuevamente aquel grupo de teporochos a lo lejos veía discutir algunos de ellos se dispersaban entre las calles laterales lo cierto es que solo de ese grupo quedaba un hombre alto apiñonado con un aspecto de malviviente claro siendo un adicto al alcohol dejaba que desear, casi llegando donde él se encontraba fijo su mirada en nosotras y sin ningún tapujo comenzó a sobarse la verga por encima del pantalón, mi madre al verlo se quedó impactada, tal vez por la reacción de aquel tipejo cosa que pues a mí ni siquiera me ...
    ... preocupaba, pero cuando justo pasábamos enfrente a él, comenzó con un sermón de obscenidades, “ohh que lindas perritas en celo, que ricos culitos que albergarían a las vergas de mis amigos”, mi madre se apresuraba a caminar, por mi parte voltee a observar aquel hombre y vaya sorpresa el muy cretino ya tenía su verga al aire libre sobándosela a su antojo, no sé si me disgustaba o aún mejor sabía que hasta a los hombres más aberrantes, viciosos, deplorables también sucumbían ante nuestros encantos. Lo cierto es que mi madre se sonrojaba, podía notar que aquellas palabras la excitaban, la mojaban delatando que su cuerpo también requería de ser atendido. Por la tarde solo esperábamos la llegada de mi padre el equipaje estaba ya listo, los minutos transcurrían, la tarde caía y la incertidumbre entre lo que sucedería entre mi hermano y yo acrecentaba la expectativa del juego que sería sometida o por qué no de tal vez dar un paso más a ese deseo carnal del cual ya éramos cautivos, la noche nos alcanzó, la llegada de papa se hizo más agotadora, cuando el timbre del portón anunciaba la llega de él, por lo que inmediatamente salí a su encuentro pero al abrir la puerta era Antonio quien se le habían olvidado la llaves, al verlo solo atine a decirle “ah eres tú”, el sorprendido pregunto “¿esperabas a alguien?”, “Pues no, solo que estamos esperando a papá”. Me alcanzo y posando su mano derecha en mis nalgas comenzó a sobarme, me asuste pues estaba mama y Juan Carlos podrían mirarnos, trate de ...
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