1. El chantaje (III): Un paso a lo prohibido


    Fecha: 22/08/2018, Categorías: Incesto Hetero Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos

    ... retírale la mano pero el persistió, diciéndome en voz baja “no te preocupes Valery nadie puede ver como palpo este culito que tienes hermanita”. Su mano acariciaba mis nalgas su dedo medio recorría mi canalito pero el jeans no dejaba que este pudiera separar mis nalgas. Al entrar a la casa mama pensando que era mi padre comenzó a reclamar lo cierto es que cuando nos vio su cara manifestó desilusión. Después de unas horas sonó el teléfono, en esta ocasión era mi padre que buscaba a mi madre, por lo que un grito anunciaba a mi mamá que era papá, tomo la llamada, no sé qué tanto habrían dicho lo cierto es que mi madre se notaba molesta, enseguida llamo a Juan Carlos para que revisara el carro, me acerque a ella y le pregunte que pasaba “nada hija solo que saldremos de madrugada, tu padre está con tus tíos y ya viene en camino pero preferí que descansará un poco”. A los 20 minutos llego papá cenamos y nos dispusimos a ver un rato la tele no sé cuánto había pasado pero poco a poco se fueron a sus habitaciones prime mis padres que entre besos y apapachos se alejaban abrazados a su dormitorio como unos enamorados, cosa que no me extraño se quieren demasiado, sin embargo mis dos hermano y yo permanecíamos viendo la tv. Si bien ya todos estábamos en pijama vi que Antonio se dirigió al segundo piso de la casa no sé pero tardo un poco, enseguida bajo para sentarse junto a mí, los minutos pasaban y con ello Juan Carlos comenzaba a dormitar cosa que no me agradaba pues Toño se había ...
    ... percatado y con ello el manoseo comenzaba, no me disgustaba pero si me ponía nerviosa pues en cualquier momento podíamos ser descubiertos, mi hermano paso su mano por atrás de mi cabeza haciendo que con su ante brazo despegara mi espalda del respaldo del sofá para que pudiera llegar a mi cadera, volteo como diciendo con la mirada que no era momento para eso, pero creo que eso aumentaba su libido, comenzó agarrarme la nalga, la estrujaba a su placer, mientras que con la otra mano la posaba en mi teta izquierda amasándola a su puritito antojo, mi vagina comenzaba a mojarse ni siquiera lo niego la situación me ponía cachonda, la excitación estaba a flor de piel, mientras tanto Juan Carlos roncaba anunciando su profundo sueño y cansancio cosa que aprovecho mi hermano para dejar de tocar mi seno y sin preámbulo metió su mano en mi pantaloncito y por encima de mi tanga comenzaba a recorrer mi palomita, que ya despedía mis jugos. Así empezó a juguetear con un dedo en la entrada de mi coño, jadeaba y empezaba a gemir cada vez más fuerte, se me había olvidado la presencia de mi otro hermano. Poco a poco fue jugueteando con un segundo dedo esta vez alrededor de mi clítoris, mientras que yo cada vez gritaba más, por lo que empecé a preocuparme por mi hermano, que se encontraba a escasos metros de nosotros. Cuando por fin consiguió introducirme con mucho cuidado la falange, me puse como loca, pero entre mi calentura lograba controlar mi expresividad, pues un gemido más alto podría despertar a ...
«1234...8»