1. La amorosa hija (Parte 11)


    Fecha: 06/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    ... muy chafa. No guarda historial. Solo te da la ubicación al instante y tiene habilidad de seguirnos en movimiento con actualizaciones cada minuto. Dos por 99 dólares. De seguro le puso a mi carro el otro”. Anne se rio. “Eso le pasa por coda. El equipo que le sigue cuesta el par 300 dólares. Si lo hubiera comprado si nos chinga”. “¡Que pendeja! O no leyó o no entendió esto que dice de señal audible de batería baja”, continuó Anne. “O a lo mejor pensó que debajo del asiento no se oiría… ¡que estúpida!”. “Muy bien”, dijo Tomás. “En el peor de los casos se dio cuenta del hotel o que íbamos para allá. ¿Te puedes encargar tu de la situación, amorcito?”, pidió, denotando el pavor que tenía a enfrentarse con su hija. “Lo arreglaré a mi manera. Por lo menos no tiene idea donde estamos”, contestó Anne. Tomás volvió a colocar el rastreador exactamente como estaba para que Estela no sospechara que lo habían detectado. ******************** Cuando llegaron a casa de Tomás casi tres horas después, la mini-van de Anne estaba estacionada enfrente. Entraron y Estela estaba en la estancia viendo la televisión. Se puso de pie y los saludó. “Hola Sis, “¿dormiste a gusto?”, preguntó Anne al darle un forzado beso en la mejilla. “Fíjate que si. Muy descansada y sin la preocupación de llevar a los nenes a la escuela” Tomás se desapareció con el pretexto de ir al banco a sacar un dinero que le pidió Estela el día anterior. En realidad, estaba muerto de miedo. Cuando se quedaron solas, Estela se ...
    ... relajó mas y cruzó las piernas, tomando su posición de acusadora. Anne endureció su expresión, poniéndose a la defensiva. “Platícame sis”, comenzó Estela, “¿Cómo les fue en su junta?”, dijo, haciendo señal de comillas con sus dos manos, con una irónica sonrisa. Anne la miró en silencio, mientras ella continuaba. “Porque si tuvieron junta, de órganos sexuales, claro, pero junta al fin”, dijo con expresión tipo telenovela. Anne sonrió fingidamente, con esa expresión de estar poniendo toda su atención. “¡Quita esa risita pendeja!”, le dijo Estela. “Tu y papi se fueron a fornicar esta mañana”. “¿Te consta? ¿Nos viste? ¿Tienes pruebas?”, contestó Anne, sabiendo que la treta del rastreador le había fallado. “Mira sis, ¿serías tan amable de dejarnos en paz? ¿por qué no te vas a buscar misas o te metes al cuarto y te azotas? ¡Me tienes hasta la madre con tus pendejadas! Eres invasiva, molestas y estás tirándole pedradas al sol, ya te lo dije”, dijo Anne casi gritando, sin dejarla hablar. Estela no habló para nada del rastreador. “¡Te voy a pedir, no, mas bien te exijo que si tienes pruebas me las muestres o dejes de estar chingando de una buena vez, Estela!”, demandó Anne. “Tarde o temprano los voy a sorprender. Están cometiendo adulterio e incesto. ¿Qué no se da cuenta Raúl, por favor? ¿No se las huele o se hace?”. “¿Mark sabe de tus intenciones? ¿Es tu cómplice?”, replico Anne. “¡Con mi marido no te metas, chulita!”, gritó Estela, poniéndose de pie. “¡Tu te acabas de meter con el mío, ...
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