1. La máscara italiana - Capítulo II


    Fecha: 05/09/2018, Categorías: Incesto Intercambios Autor: FMalvino, Fuente: CuentoRelatos

    Gustavo quedo sentado en la mesa contemplativo, esperando una confesión de aquella mascara, pero esta miraba hacia el techo sin soltar una sola palabra. Sentía que la angustia jugaba con él, como un gato con un ratón. La resaca aún deambulaba por su cabeza y no podía recordar bien los rasgos fisionómicos de aquella mujer con la que estuvo anoche. Todo era confuso y borroso. Solo recordaba lo bien que lo pasaron y esa máscara de lentejuelas violetas y plumas blancas. -“Buen día, dormilón.”- Saludó su madre muy animada, como hacía tiempo no la veía. -“¿¡Má y esta máscara!?”- Preguntó el joven conteniendo el aliento. -“Es la que me regalo tu papá, cuando viajó a Italia por “asuntos laborales” con la zorra de su compañerita para tranquilizar su conciencia.”- Contestó sin darle mucha trascendencia al asunto. -“Anoche vi una igual…”- Respondió Gustavo serio. La mujer quedó entrecortada, no sabía que decir, su corazón pareció estrujarse de miedo. ¿Si Gustavo ayer estuvo en la fiesta? ¿Y si ese joven fogoso con el que tuvo sexo era su propio hijo? Se preguntaba aterrada. -“Se la presté a una amiga y hoy de mañana me la devolvió, mientras tú dormías como una marmota.”- dijo ella, nerviosa. Gustavo supo que su madre mentía y tuvo miedo de seguir indagando, temía encontrarse con una verdad que no pudiera digerir, por eso cambio de tema. -“Mamá hoy viene Antonella a cenar, salvó todos los exámenes, y se recibió de procuradora, es toda una profesional tu nuera.”- Anunció él, distendiendo ...
    ... el clima tenso. -“Bien, entonces voy al supermercado para hacer algo rico esta noche”- Aprovechó ella para huir del lugar. La mujer habló con sus amigas y estas la calmaron con mil explicaciones que la terminaron convenciendo que era imposible que aquel semental fuera su hijo. Antonella, elogió la comida de su anfitriona, así como su belleza, ella quería hacer puntos después de todo venía a robarle el cariño de su hijo. Charlaron como dos viejas amigas, Gustavo estaba feliz por ver como congeniaban ambas mujeres. Ella le confesó que su hijo era muy buen amante, Teresa recibió eso como un cumplido. -“Se hizo tarde…” Dijo la chica al mirar su celular. -“No hay problema, tu duermes en el cuarto de Gustavo y él en el sillón del living… salvo que decidan otra cosa. Soy una madre de mente abierta”- Guiñó, Teresa. -“¡Mamá!”- Exclamó sonrojado Gustavo. Después de idas y venidas, Antonella terminó en la cama con Gustavo haciendo el amor con ese gustito que da el riesgo de ser descubiertos infraganti por la dueña de casa. Teresa escuchaba todo con lujo de detalles, eso la exitaba de sobremanera al punto de tomar su “vibrador” y darse placer. -“Espero que tu mamá no nos haya escuchado, me muero de vergüenza”- dijo ella mientras jugaba con los vellos del pecho de su novio. -“No, a esta hora está en el quinto sueño.”- respondió él. -“¿Te cuento algo? Ileana y Martin, tuvieron una experiencia swinger con unos veteranos; dicen que fue maravillosa. Quedaron en verse otra vez.”- Comentó ella ...
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