1. La amorosa hija (Parte 4)


    Fecha: 06/09/2018, Categorías: Incesto Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    ... pezones. Tras unos minutos, Anne se estiró por completo de nuevo sobre papi, quien la abrazó con toda su fuerza y arrancó su negligé, como si fuese una envoltura, arruinándolo y dejándola completamente desnuda. “Mañana te compras otro, novia, nomás te encargo que sea igual”, dijo Tomás al destrozar la diminuta prenda. “Mejor me lo compras tú en Nueva York”, contestó despreocupada, al comenzar a rodar abrazados por la cama, teniendo Tomás la precaución de no aplastarla con su masiva corpulencia. Con sus codos, Tomás se apoyó en la cama al tiempo que Anne, debajo de él, abrió sus piernas al aire, penetrando en su vagina con vigor, sin separar sus bocas, poniendo sus manos en la frente de su novia, respirando agitadamente, bombeándola rápida y constantemente, gozando ambos al máximo, haciendo que Anne alcanzara su ansiado orgasmo en solo minutos. Poco o nada les importó gemir y gritar dentro del cuarto, ni que la cama rozara o golpeara contra la pared ante los furiosos embates de papi, ignorando por completo a extraños que pudieran escucharlos o percatarse que habían entrado. El hotel se veía solo aquella mañana. Ambos se levantaron. Anne fue al espejo y se limpió completamente el arruinado maquillaje. Papi se sentó en uno de los sillones del cuarto. Anne se aceró y se sentó sobre él, arrancándole el condón, frotando entre sus nalgas en el resbaloso y duro pene, besándolo y lamiendo su cara por unos momentos, para luego girar sobre Tomás y darle la espalda, deslizándose un poco ...
    ... hacia enfrente, levantando sus tersas y blancas nalgas, brillantes y humedecidas, ofreciendo a papi su rosado y palpitante culo. Tomás, deleitado, tomó su gordo miembro y lo encañonó, jugueteando con su glande alrededor del esfínter de su novia, para comenzar a meterlo poco a poco y sin esfuerzo, viéndolo en primer plano abrirse y adaptarse, desaparecer sus arrugas naturales con cada impulso que hacía sobre él. Anne puso sus manos en el piso, mientras Tomás contemplaba la perfecta penetración de su novia, que solo movía su trasero de arriba abajo levemente, dejando a papi sentir su caliente y abrazador interior. Tras un buen rato, Anne deslizó hacia enfrente, desacoplándose de su novio, y se arrodilló frente a él. Levantó su mirada. Sus verdes ojos quedaron fijos en los de papi al comenzar engullirle la verga de nuevo, milímetro a milímetro, disfrutando la mezcla de su propio olor y el suavemente salado sabor de su resbaloso contorno, sin perder detalle de la expresión de él, degustándolo golosamente durante un par de minutos más…, hasta que Tomás comenzó a balbucear… “Anne, ten cuidado”, dijo. “¡Ay amor, ten cuidado! ¡Estoy perdiendo el control!” No separó su boca del pene de su padre a pesar de las advertencias de éste, sin dejar de mirarlo y con sensual expresión de su cara, agrandando sus bellos ojos, Anne le hizo entender que se tragaría todo, sintiendo claramente en sus labios cómo se delineaba cada vena, ya en clara preámbulo a la ansiada eyaculación. Segundos después, ...
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