1. El nene 1


    Fecha: 11/09/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... pierna, se sentó entre las mías y siguió su trabajo de movimiento y meneo hasta quedar bien sentado sobre mi pija. Allí comencé a sospechar sus intenciones, y a pesar que no quería y que me daba vergüenza que me pasara, se me empezó a parar la pija. Dami lo notó en seguida y, regalándome una sonrisa no exenta de sensualidad a pesar de sus 10 años, acomodó mejor aún su culito para sentirla. Por más que trataba de impedirlo, mi pija cabeceaba, y cada cabezazo era recibido con una sonrisa y una mirada de Dami que se notaba disfrutaba enormemente de la situación. Yo me sentía más que incómodo, me ruboricé, ¿cómo podía ser que se me parara por la presión de las nalgas de un nene?, ¿qué clase de degenerado era? No, basta!, tomé a Dami de los hombros y lo volví a sentar sobre mi pierna. El chico, con cara de no entender qué pasaba, se quedó un rato quieto sobre mi pierna, pero luego de unos minutos, volvió a ocupar su posición entre mis piernas con una mirada entre suplicante y desafiante. Otra vez!, y para mi nuevamente el oprobio de la erección más dura aún. Lo volví a sacar. Este juego se repitió 2 o 3 veces más, hasta que visiblemente molesto, me levanté del sillón, busqué una silla, la puse al lado del sillón y con bastante rudeza saqué a Damián del sillón y lo senté en la silla. En no más de 10 minutos, Dami dijo "chau" y se fue para la casa. Evidentemente Damián era un putito, no me asombraba para nada que un chico de 10 años fuera puto porque de hecho yo comencé mis juegos ...
    ... sexuales con Juan con menos de 6 años, y a los 10 yo era también bien puto. Pero lo mío había sido siempre con Juan, que tenía mi misma edad o con algún otro compa. Nunca se me hubiera ocurrido hacerlo con un mayor y tampoco un mayor me lo propuso nunca. Era otra cosa, era un juego prohibido, pero era un juego entre amigos, entre chicos. Algunas semanas más tarde llegó a casa Martín, un primo por parte de mi vieja, que vivía en Córdoba, a pasar unas semanas de sus vacaciones con nosotros. Martín tenía 17, era morocho, bien formado, de carácter amable pero bastante callado. Una mañana salí a hacer unas compras con mi madre y quedaron en casa Damián y Martín. Una hora después regresé solo ya que mi madre se quedó conversando con una vecina. La casa parecía vacía, no encontraba a ninguno de los dos. Los busqué por el fondo, pero tampoco estaban. Entonces sentí unos cuchicheos que llegaban de la azotea. Subí despacio la escalera y cuando llegué arriba, pude ver a Damián acostado en el piso con el shortcito bajo, con Martín encima, y la tremenda verga oscura de Martín fuera de su bragueta entrando y saliendo ritmicamente del blanquísimo culito redondo y gordito de Damián. -¿Pero qué están haciendo?-, no pude dejar de gritarles. Allí salieron del embeleso sexual en el que estaban, Damián con una sonrisa de oreja a oreja y Martín con cara de terror. Se la sacó y la guardó. Damián se subió el pantaloncito como si nada hubiera pasado. En seguida Martín se excusó: ¨¿Y qué querés?, él me ...
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