1. Con mi madrastra


    Fecha: 23/09/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la entrada de su vagina. Como toda una maestra, antes de darse el sentón, me dio tal cantidad de besos que hizo me hizo olvidar que a la mujer ala que estaba a punto de penetrar era la esposa de mi padre. Así, se fue metiendo poco a poco, sin prisa, cada centímetro de mi verga, hasta que solo le quedaron afuera mis huevos. Su cara se transformaba con muecas que me demostraban el goce que se estaba dando con mi aparato y luego ella misma me enteraría que en los cerca de quince minutos que duró la cogida, ella tuvo no menos de cinco orgasmos. Sentada encima de mí estuvo un buen rato y luego invirtió la posición, ara quedar yo encima de ella y ella con sus piernas en mis hombros. Una posición bastante "normal", porque la que me fascinó fue la última, cuando ella me dio la espalda, se puso "de perrito" y yo le metí mi verga por su vagina, pero teniendo a la vista su lindo culitque, cuando se lo quise besar, me dijo que nunca había recibido un intruso por allí y yo no sería el primero. Así, con esa espléndida vista y sus grititos de placer cada vez más sonoros, estallé en una segunda eyaculación que, sin poder comprobarlo, pues toda mi leche quedó en su interior, podría jurar que fue más ...
    ... productiva que la primera. Caí desmadejado sobre su espalda, sintiendo ambos los espasmos del placer. Se volteó hacia mí, nos besamos y, para retirarse, me preguntó: ¿Este regalo sí fue de tu entera satisfacción? -Por supuesto, le contesté. Todavía cogió ella mi reducidísimo miembro y lo besó. Me pidió que no lo comentara con nadie y que nunca buscara que lo hecho esa mañana se repitiera. "Adoro a tu padre y esto que ocurrió hoy, nunca ha pasado, ni volverá a ocurrir", me advirtió. El domingo transcurrió de lo más normal, con ella preparando los alimentos y arreglando la casa y yo ayudando en lo que me pedía, pero sin hablar para nada de lo ocurrido apenas horas antes. Por la noche, saqué el auto familiar y con ella a mi lado, me dirigí al aeropuerto, a recoger a mi padre. El beso que ella le dio en su boca, fue una manera de demostrarle su amor. Yo no sé qué haya sido para ella la mañana de este domingo, pero para mí, será una experiencia que jamás olvidará. Hace unas horas, se metieron a su recámara y los quejidos de ambos me hicieron saber que Elizabeth estaba dando recibimiento a la verga de mi padre en su delicioso hoyito. Yo no sé si podré cumplir mi promesa de nunca más buscarla. 
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