1. El renacer sexual de mi vecina


    Fecha: 25/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... timbre y ella me recibió con una bata que parecía ser de su bisabuela. Ese día no me invitó a pasar. Solo me dio las gracias y puso la mejor sonrisa que pudo. Otro día de lluvia y el sol que no volvía. Mis amigos ya estaban todos en Buenos Aires y los planes para ese día se tenían que limitar a ver alguna película en la videocasetera. Mi mama me insistió en que le toque timbre a Silvia a ver si necesitaba algo. Cada vez la veo peor a esta chica- dijo. Después de comer fui a ver como estaba mi vecina. Me recibió con la misma ropa que el día anterior, pero al menos su rostro había cambiado bastante. Que alegría verte niño. Quería saber cómo estaba mi vecinita. Aquí me ves, una piltrafa. Vos siempre te ves esplendida - dije, quizás exagerando un poco pero también pensando en aquellos recuerdos cuando era la mujer más deseada del balneario. Hablamos de todo un poco. Apenas, y muy por arriba, dijo algo de su divorcio. La lluvia paró y enseguida salió un poco el sol. Merendamos café con unas galletitas y seguimos conversando. Yo le conté que hasta hace poquito había estado de novio. Fue una relación un poco insulsa. Le dije que terminamos rompiendo porque a la relación le faltaba pasión. Nos reímos. Abrió bien las piernas invitándome a algo más. Empecé a besarle los pies y continué por sus piernas hasta llegar a la entrepierna. Corrí la tela, mi lengua jugueteo lentamente su concha que ya empezaba a humedecerse bien. Silvia suspiraba. Empezó a decirme repetidamente: si, ...
    ... pendejo, si pendejo chúpame. Ese pedido me calentó más. Comencé a lamerle la concha sin respiro. No podía creer que tuviera a la vecina que había deseado hace algunos años en su cama y chupándole la concha con desenfreno. Se desnudó la parte de arriba y se tocaba los pechos. Sin dejar de lamer amase una de sus tetas grandes. Ya estaba imaginando poner mi pija entre ellas. Algo que nunca había hecho y que me calentaba mucho cuando lo veía en una película porno. Como pude yo también me desnudé. Me puse de pie y Silvia contemplo mi sexo. Fue una mirada de excitación y de incredulidad. Pendejooo que pija enorme que tenesss gritó Silvia. Cuando se abalanzó desesperada a chupármela supe que iba a ser mía para lo que quiera y como quiera. Fue ese instante que ambos nos transformamos. Silvia no dejó de chuparme. Lo hacía con delicadeza y vehemencia. Estaba por acabar y saque la pija de su boca y la lleve a sus tetas. Ella sonrió y escupió un poco para lubricarla bien. Ese roce de mi pija con esas tetotas soñadas era indescriptible. Con frenesí cogí esas tetas como si se me estuviera yendo la vida. Pendejo dame toda tu leche me ordenó ella. Yo le hice caso. Toda mi libido explotó en sus hermosos pechos. Silvia se refregó los pechos llenos de semen y se los paso por su boca. Que rica lechita amor, me dijo con su voz más sensual. Descansamos un rato. Silvia sonreía y me decía que no podía creer lo que había pasado. Parecía emocionada. Todavía sigo muy mojada pendejo, que hacemos? No sé si ...