1. La indigente cachonda


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Autor: daimakaichou, Fuente: xHamster

    ... estacionamiento, por si las “ratas”.-Entramos, y en el recibidor pagué un cuarto “para quedarse”. Subimos dos pisos: yo la seguía para verle el culo. La verdad es que estaba grande pero un poco flácido, pero eso no me importó porque siempre me han gustado las mujeres de cierta edad y parecía que me había sacado la lotería con esta mujer. Llegamos y entramos al cuarto. Ella entró al baño y al salir hice lo mismo. Al salir me empecé a desvestir: ella hacía lo mismo. Hacía frío así que nos metimos en las cobijas. Normalmente me gusta coger con la luz encendida para excitarme más viendo el cuerpo de la que me estoy cogiendo pero esta vez no quise y me limité a prender la tele. Con eso tenía la iluminación suficiente para verla con claridad.Ya encuerados comenzamos a acariciarnos y a besarnos (eso es raro porque las prostis generalmente no besan), lo que me puso todavía más caliennte. Me comenzó a chaquetear lentamente y yo le correspondí pasando mi mano por su panochita peluda. Era una panocha suave, con una cantidad de vello moderada. La tenía mojada. Ella se retorcía mientras me besaba de lengua y me jalaba la verga bien sabroso. A pesar de ser unba indigente, no olía mal y no estaba tan sucia como era de esperarse en estas personas. Sus pies estaban sucios, sí, pero parece que regularmente se baña porque no olía mal ni me llegaba el olor a orines rancios que normalmente expelen las indigentes. Le besaba sus chichotas y le dedeaba la almeja. Ella gemía despacio y pude ver ...
    ... cómo sonreía de placer mientras le daba dedo. Como vi que le gustaba y que estaba relativamente limpia, me decidí a bajar hacia su cuca. Empecé a besársela y a lamérsela para que su clítosis se pusiera duro y saliera de su escondite, lo cual no fue dificil. Una vez expuesto su botón le di de lenguetadas y lo chupaba: quería comérmelo. Sabía deliciosa su conchita y sus pelitos tenían algunas canas. Me calentaba ver esos pelos y oler esa panocha. Era u olor agridulce, un poco de orines mezclados con sus flujos vaginales. Me enntretuve un buen rato mamando su panocha deliciosa y ella lo disfrutaba: me empujaba la cabeza para que me undiera en su rajita mojada. Gemía quedito pero de una manera muy cachonda. Despues de un buen rato me incorporé y nos volvimos a besar. Yo le seguí dando dedo pero ahora a una velocidad mucho mayor. Ella gritaba y decí8a que le gustaba mucho.-Sí, así, mi rey, así dedéame rico como lo estás haciendo, que ya me voy a venir.De repente ella apretó fuerte sus piernas. Yo la seguía dedeando. Su respiración se agitó y su cuerpo se veía tenso: se estaba vivniendo.La dejé descansar unos segundos y cuando se recuperó un poco me dijo:-¿Cómo quieres que te caliente, papito?-ChúpamelaY se pegó como chivito a mi verga. De vez en cuando me lamía los huevos y yo sentía exquisito. Estaba disfrutando mucho esa mamada, hasta que un pelo mío se le atoró en la garganta y comenzó a toser mucho. La dejé que se recuperara y ya repuesta me pidió que se la metiera.-Ya, dame tu ...