1. Emilio (En la playa)


    Fecha: 10/10/2017, Categorías: Gays Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... señalando a Santiago, no hace mas que hablar de ti desde que te ha conocío... ¡jajaja! - ¡Encantáo! , dijo Álvaro, con una sonrisa en la boca. ¿Que? tienes ganas de darte un chapuzón ¿no? - Si señor. Que llevo toda la mañana pensando en la playa. - Pues venga. Ahí la tienes, dijo Santiago. Colócala aquí, le dijo Pepe, cuando vio que iba a dejar la toalla. Ahora da el sol, pero dentro de un rato le va a dar la sombra; y señaló al peñasco que tenían a su derecha. Entró corriendo en el agua; y se tiró hacia delante para nadar un buen trecho. Llegó hasta la boya. Dio unas vueltas a su alrededor y regresó sin ninguna prisa. Cuando llegó a la playa y vio la arena tan cerca, se tumbó en ella y se abandonó, un rato, para sentir como le bañaba el pequeño oleaje que le llegaba hasta el culo. Cuando abrió los ojos. Vio que Pepe estaba junto a él. De pie. Mirándole - No te quedes mucho rato ¡eh!; que ahora pega fuerte. Y volvió con los demás. Se levantó y fue a tumbarse debajo de la sombrilla; y cerró los ojos procurando relajarse. Pero, al rato, se dio cuenta de que los tres se había colocado a sus pies. Muy cerca de él. Y miraban su entrepierna de vez en cuando, con disimulo. Supo que querían ver lo que había dentro, porque miraban el hueco que dejaba la pernera de su bañador. Y, como el que no quiere la cosa, disimulando y con los ojos entornados, subió un poco las rodillas y abrió las piernas en un gesto de cierto abandono. Sabía que así podrían ver mejor lo que ellos querían ...
    ... ver... … y de vez en cuando movía las piernas de un lado a otro... muy lentamente, para que disfrutaran... - ¡Ah!, que a gusto me he quedado. ¡Que ganas tenía!, dijo, mirándolos como si fuera su hijo. Me gustaría tomar el sol un rato, a ver si cojo un poco de bronce. ¿Os habéis traído la crema protectora, por casualidad? - Si. Yo tengo en la bolsa, dijo Álvaro - Yo también, dijo Santiago Se dio la vuelta y se puso boca abajo - ¡Un voluntario!... ¡por fa!… Nadie dijo nada… ... pero, enseguida notó como unas manos se posaban en su espalda y empezaban a extenderle la crema desde los hombros hacia abajo. - ¡Uhm! que gustito... y que fresquita está, dijo Emilio - Las piernas también hay que protegerlas del sol; dijo Pepe, como si le regañara a Santiago, que era el que le estaba dando la crema. - ¡Bueno!, pues no te quedes paráo y dale tu también Pepe, que yo solo tengo dos manos. Y Pepe se tiró de cabeza a darle crema en las piernas. Álvaro solo miraba. Sintió el placer de saber que esos viejitos disfrutarían tocándole; y no iba a ser él quién iba a impedirlo. Ellos se miraban entre si, mientras le extendían la crema, como si se retaran para ver quién era el mas atrevido... … y Pepe no estaba dispuesto a ser menos que Santiago. Con las dos manos llenas de crema, se deslizó a través de una pierna y subió desde los tobillos, hasta casi tocar el pernil del bañador. Pero, en el siguiente pase, se atrevió a más; y metió la mano bajo la tela hasta llegar al glúteo. Y miró a Santiago ...