1. Continúan los eventos con mi hija


    Fecha: 07/10/2018, Categorías: Incesto Confesiones Autor: DrGonzalez, Fuente: CuentoRelatos

    ... blanco de encaje, pegado a su hermoso cuerpo, acompañado de un liguero y medias y unos guantes blancos largos, imagínensela, 19 años, 1.68, piel blanca, senos firmes, redondos y de tamaño considerable, unos pezones rosados que se asomaban a través del encaje, una cintura divina, no de avispa, pero con forma y delgada junto a ese vientre plano, una caderas notables de un culo hermoso, eso era lo que más llamaba la atención de mi hija, a donde fuera, esas nalgas grandes, redondas y duras, de una piel lisa al compás de una piernas bien trabajadas por su pasión al gimnasio al igual como su papá. Poso enfrente de mí, yo todo estúpido ante su cuerpo. Fue un evento hermoso aquel, seguido de besos y caricias, de palabras de deseo, de pasión, apretándola toda a mi cuerpo, antes de penetrarla, nos comimos a sexo oral mutuo haciendo el famoso 69, acostados, parados, de lado, hasta que la hice correrse y lamer todo su coño lleno de líquidos, ocupamos las dos camas para ese acto, extasiados y con la verga aun parada (debo confesar que para ese día me prepare, quería dar todo de mi así que ese día tome Cialis y Priligy, ahí se los dejo al costo) así que estaba a todo lo que da, mi pene súper erecto y con un flujo sanguíneo notable al saltarse mis venas, no quise despojarla de su hermoso atuendo así que solo le pedí que se montara en mí y me cogiera haciendo de lado su tanga (que por cierto era divina, encaje enfrente y un hermoso corazón por detrás que dividía los hijos, hermoso, me cogió ...
    ... y la cogí como quiso, como quise, haciéndola tener otro orgasmo en esa ocasión, por mementos todo se convertía en periodos salvajes y en otras haciendo el amor, de ver la cara de mi niña llena de éxtasis y sentirme dentro de ella, toda mojada, parecía que el medicamento iba a hacer que aquello nunca acabara. A cada metida solo escuchaba el “si papi” “mas, mas, mas” “rico, rico, rico” y era espectacular escuchar el “me vengo, me vengo” y los tremendos gritos que daba, yo estaba en otro mundo, con otra mujer, esa no era mi hija, era una mujer diferente, era toda una puta en la cama. Cogimos de lo más rico y en todas las posiciones que se pudo, me dejo seco por así decirlo. La primera vez que tuvimos sexo platicamos de los métodos anticonceptivos así que me pidió le pusiera el implante subdérmico, así que anduvimos sin problemas ese día, sabíamos que podía llenarla las veces que quisiera. Llegamos en un punto como todo ser vivo que se cansa y necesita reponer energías, pedimos comida, teniendo un momento tranquilo de disfrutarnos y platicar, retomar lo sucedido y decirnos lo que más nos había encantado de ese momento y de nuestra primera vez, teniendo una bonita vista panorámica de la ciudad. Ese día como nuestro check out era al día siguiente decidimos bañarnos, salir y recostarnos un rato, tomando lo que quedaba de la botella, platicando y riendo, besándonos, no sin antes de tomar una sienta hacerlo nuevamente, pero esta vez de una manera más tranquila y mirándonos a los ojos ...