1. Ayudando a Mamá (08) [Final].


    Fecha: 08/10/2018, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... también se la… se la chupaste – ambas abrieron grande los ojos. - ¿De verdad pasó eso? – le preguntó Elvira. - Si Graciela, de verdad. Pensé que te acordabas, pero sí lo hiciste… y durante un rato largo. A mí también me gustó mucho lo que hicimos esa noche y a pesar de todo lo que vino después, no me arrepiento de haberlo hecho. En una cosa te equivocás – sus ojos se llenaron de lágrimas – no lo hice por una simple calentura, yo estaba… enamorada de vos. Eras lo más importante de mi vida. Por eso me dolió tanto que me rechazaras de esa manera. Mi madre también rompió en llanto y de inmediato se acercó a su hermana para envolverla con un tierno abrazo. Yo no fui tan maricón de ponerme a llorar, lo que pasó es que tenía los ojos un poco resecos y me pareció buena idea lubricarlos. Hay que cuidar la vista. - Perdoname Elvira, en serio. Si no me perdonás nunca quiero que al menos sepas lo apenada y avergonzada que estoy, vos también fuiste muy importante para mí. - Te perdono Graciela y vos perdoname a mí por no hacerlo de una forma más sutil. Tal vez si te hubiera hablado antes las cosas serían diferentes. - Estoy segura de que sí serían diferentes, tal vez me hubiera acostado con vos por voluntad propia, así como pasó con Franco, que no fue nada fácil al principio, pero ahora ya lo acepté. Él también sufrió mucho por mi culpa. Soy una estúpida. - No mamá, no lo sos. Es lógico que reaccionaras de esa forma, es un asunto sumamente delicado, no creas que yo no tuve mis dudas al ...
    ... respecto, aunque no las demostrara, ahí estaban. - Ahora me parece algo tan natural – dijo mi madre volviendo a su silla mientras enjugaba las lágrimas – ya no lo veo como algo malo, la pasamos bien sin lastimar a nadie y eso es lo importante – pareció recordar algo súbitamente – pero vos Elvira estás cometiendo un error. - ¿Yo, con qué? - Con tu hija. Ella me contó las cosas que le hacen – Elvira quedó tan rígida como el piso de granito. - ¿Qué te contó? - Me dijo que disfruta mucho – comenzó diciendo para que mi tía se relajara un poco – pero también sé que ni vos ni Mario le hablan del tema, ella se siente un juguete sexual, cree que sólo se acuestan con ella por puro sexo y ella a ustedes los adora. Dejen de hacerle eso, hablen bien con Naty, la pobre va a echar su vida al caño, ahora anda chupando cuanta verga le pongan delante, un día de estos alguno de esos tipos va a querer algo más y va a terminar abusando de ella, no puede seguir viviendo así. - No sabía… no sabía que ella hiciera esas cosas por culpa nuestra. Pensé que le gustaban. - Si le gusta – dije yo – pero lo hace porque no puede hacerlo abiertamente en su casa, ella siempre tiene que estar dispuesta para ustedes, pero ustedes nunca lo están para ella. - Comprendo – agachó la cabeza – de verdad no pensé que Naty se sintiera así, me siento una pésima madre. Prometo que hoy mismo voy a hablar con ella de este tema, le voy a decir todo abiertamente, no quiero que ella sufra lo mismo que sufrí yo. ¿Cómo no lo vi ...
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