1. Sin consentimiento


    Fecha: 08/10/2018, Categorías: No Consentido Sexo en Grupo Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos

    ... dos terminaron corriéndose dentro del coño de mi esposa y el cuarto le dijo que abriese bien la boca y vi como depositó dentro de ella una abundante corrida, solo había visto algo así en alguna película porno y creía que ningún tío podría echar tal cantidad de semen, tras escurrir hasta la última gota dentro de la boca de mi esposa le ordenó que se lo tragase, contemplé el movimiento de boca y garganta de mi mujer engullendo el semen de aquel tipo. “Puedes subirte las bragas y las mallas, pero no se te ocurra quitarte el pasamontañas hasta que cuentes trescientos, hemos mirado en el macuto de tu marido y sabemos que tú te llamas Nuria y tu marido Pablo, sabemos dónde vivís y tenemos vuestros números de teléfono, así que tranquilitos, no se os ocurra denunciar, cuando termines de contar, dentro de unos cinco minutos, te quitas el pasamontañas que te lo dejamos de recuerdo y se lo quitas también a tu marido, lo desatas y podéis iros, pero no se te ocurra quitártelo antes, uno de nosotros puede estar vigilando y ya sabéis que sabemos dónde vivís” , esto fue lo último que escuchamos de ellos, uno de ellos me bajó el pasamontañas para que pareciese que yo también había estado cubierto todo el tiempo y se fueron. Mi mujer, mientras yo contaba imaginariamente, comenzó a hablar: “¿y ahora que hacemos, denunciamos o no?, tienen nuestra dirección y me da miedo si quieren volver a hacerme algo, menos mal que no has podido ver lo que me hacían, creo que ha sido mejor que tuviésemos ...
    ... puesto los pasamontañas porque creo que no hubiésemos soportado ni tu ni yo el que estuvieses viendo como me violaban, ¿crees que ya me lo puedo quitar?”; yo le dije que esperase un momento, que no estaba seguro si de verdad alguno estaría vigilando de lejos o escondido. Al minuto Alicia me quitó el pasamontañas y me desató, “¿te han pegado fuerte?”, me preguntó, yo le dije que no se preocupase por mí, que ella era quién se había llevado la peor parte, “¿han sido muy bestias?, creo que te han follado hasta por el culo ¿te ha dolido mucho?, le pregunté simulando que yo no había visto nada. “Si, uno de ellos me la ha metido por ahí, pero prefiero no hablar de lo que me han hecho, hazme caso, mejor será que no lo sepas y que ambos lo olvidemos, pero nunca más volveré a andar por un lugar solitario”. Nuria cogió los dos pasamontañas los metió en mi macuto y nos fuimos. Estuvimos unas dos semanas sin volver a tener sexo, yo no se lo pedía y tenía remordimientos por haber planeado junto a unos macarras la violación de ella, pero cuando un día ella me dijo que nos fuésemos a la cama a hacer el amor y me preguntó si me importaba el que ella se pusiese el pasamontañas que se había guardado, comprendí que quería recrear aquella situación, y que seguramente le excitaba el sentirse violada. Después de estar un rato follándomela estando ella a cuatro patas le eché un poco de saliva hacia la raja del culo y comencé a meterle un dedo, ella me dijo que si yo lo quería podía follarle por ahí, cosa ...
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