1. El Desafío (Re-pub)


    Fecha: 09/10/2018, Categorías: Voyerismo Primera Vez Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... ya estaba tendida en el pasto, con sus pantaletas sujetas ya sólo a uno de sus tobillos, y escurriéndole líquido seminal de sudesflorada vagina.Antes de poder retirarme ella me cuestionó:—¿Cuándo nos volvemos a ver?Le respondí de cualquier forma, alimentándole su necesidad de afecto y pidiéndole que no se lo contara a sus amigas. Aunque,por su timidez, no creí que lo hiciera de cualquier manera.—Bueno. Todavía te faltan tres y no olvides que quiero que las grabes y luego me pases los videos, que sólo así te creeré —medijo Jimena más tarde.Fue así que al día siguiente me presenté en casa de Carla, quien era conocida por el mote de“La Chapis”, por su complexión detipo petite. De facciones más bellas que las de Pao, no estaba nada mal.Le dije que el día anterior me había dirigido a Paola sólo para averiguar dónde vivía ella. Me dejó pasar a su casa, sin muchoproblema pese a estar sola. Creo que yo le gustaba. Sus papás andaban trabajando y sus hermanitos habían ido a la casa dejunto con unos amigos.Tras persuadirla de que mi único interés en Paola había sido ella misma, en minutos, ya estaba sobre La Chapis en el sillón de lapequeña sala. Nos fajamos muy, muy rico.Como me vi libre de actuar a mi antojo, le pedí que me llevara a su recámara.Ya ahí no hubo problema en sacarle sus pantalones y en meterme entre sus piernas para hacerle un fino trabajo lingual. Aunqueantes, previsoramente, coloqué mi mochila en el tocador, pues en ésta había preparado mi celular para que nos ...
    ... grabara sin queella lo notara.La chamaca me devolvió el favor al chupármela de tan buena manera que me di cuenta que no era una total novata en esas artes,a diferencia de su amiga Paola.A decir verdad era notorio que La Chapis era versada en estas artes.De repente se levantó y fue al tocador donde había dejado mi mochila. Temí que se hubiese dado cuenta del celular que nosgrababa, pero no. Es que había ido a por un condón que sacó de uno de los cajones. Lo dicho, vaya chica más versada en lasprácticas cogederas.Mientras ella volvía a mamármelo, a la vez que yo sacaba el preservativo de su empaque, recapacité:“¿Cómo es que nunca antesme había cogido a una alumna? Desde cuándo debí hacerlo”.Tras envolverme el pene en látex procedí a ensamblar nuestros cuerpos. Ella se me abrazó utilizando ambas piernas como pinzasque se cruzaron tras mi espalda. El movimiento principal venía de ella. Como una amante consumada, La Chapis me demostróque sabía moverse con cachondería y mocedad a la vez.Por su complexión, yo podía maniobrarla con facilidad y así la convertí en mi montadora. Fue así como, gracias a mi celular,guardé esas hermosas nalgas suyas para la posteridad.Ella sí que hacía rechinar los resortes del colchón.La cabrona sabía moverse. Lo hacía delicioso y besaba con entrega. Con sus manos apoyadas hacia atrás me entregó de lleno supubis. De ella salieron todas las posiciones que hicimos.“¿De dónde salía tanta experiencia?”, me pregunté, al mismo tiempo que palpaba su tierna edad de ...
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