1. Sorpresa en el autobus


    Fecha: 12/10/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... poder dormir a mis anchas. Ya habiendo me acomodado en mi asiento y cuando todo parecía que el autobús arrancaría, veo que se asoma por el pasillo mi príncipe, con su color de cabello como rojizo tirando a rubio, su bigotazo se veía para mi en particular imponente ya que el canijo si bien no era un diez, si se llevaba fácilmente un ocho. Al verlo, toda posibilidad de conciliar el sueño se me esfumo y lo mejor era que cada vez se acercaba más hacía donde esta conformándome con que se sentarán en la fila de enfrente para poder observarlo quizás cuando durmiera a mis anchas. La cuestión era de película ya que el individuo no sólo viajaría conmigo sino que para mi suerte se sentó junto a mi, no lo podía creer! Mi corazón latía a todo, sentía que se me salía del pecho y de la emoción más que excitación tenía nervios, entusiasmo, pues al fin y al cabo lo tenía para mi por seis horas aproximadas de viaje imaginándome como podía yo por lo menos rozar su piel discretamente, buscarle conversación no sé en fin una gamma de posibilidades. El al llegar hasta el lugar donde estaba, pude verlo más de cerca pues el autobús tenía las luces prendidas, era más claro de color de cerca, casí blanco, se veía más robusto y alto de lo que me imaginé y uno ojos color aceituna que me volvieron a ver y me dejaron congelados, esta vez no sólo él sonrió al verme sino que le devolví la sonrisa por lo que de inmediato puso la pequeña mochila que tenía en la parte superior del asiento y se sentó, lo cual ...
    ... hizo de forma brusca, pues abrió algo exagerado las piernas como diciendo soy tu rey y aquí estoy, yo por mi parte siendo delgado lo que hice prácticamente fue encogerme por lo que volteó a verme y nuevamente se rió, pero esta vez llevó una de sus manos a su entrepierna y ello me hizo dilucidar cierta posibilidad que comenzó a calentarme. El caso es que el autobús arranco y su mano izquierda que daba hacia mi costado la puso detrás de su cabeza como si fuera su almohada y su mano derecha la dejó sobre su paquete, yo inmóvil y casi en posición recta y hasta cierto punto rígida comencé el viaje que parecía toda una aventura. Después de haber transcurrido más o menos una hora de viaje yo estaba aún en expectativa cuando de repente siento que la pierna de él se me pega volteo a ver discretamente y veo que su mano derecha se masajeaba el bulto que tenía entre las piernas por lo queme quedé casi hipnotizado viéndolo cuando él volteó a verme y me descubrí con la mirada en su paquete por lo que con su mano derecha que tenía detrás de la cabeza en un momento la bajo y tomó la mía llevándomela hasta su verga que al tocarla estaba ya dura y por lo que se sentía era de un considerable tamaño, por lo que nada perezoso comencé a tallársela sobre el pantalón y pasados unos minutos el se abrió el sierre del pantalón y sacó tan hermoso instrumento, era un falo de aproximadamente 19 centímetros, grueso, al parecer entre la oscuridad del camión se veía algo blanco por lo que con su mano me empujo ...