1. Diario de una viuda


    Fecha: 13/10/2018, Categorías: Confesiones Infidelidad Autor: dalo85, Fuente: CuentoRelatos

    ... que me pudiera explicar y defenderse, pero bueno, lo cierto es que yo les tengo que decir algo, estoy rehaciendo mi vida, y sí, tengo una pareja, si nada más ni nada menos que... si, Roberto Reggini, el esposo de Edita González, claro, prácticamente soy su amante, él no solo es un hombre, es un macho por todos lados, de unos 46 años, mide 1.84m, blanco, ojos azules y cuerpo trabajado en gimnasio, como mi Alejandro. Sin duda, es un semental en la cama, me hace sentir mujer, hembra, yegua, perra, etc. Les contaré una de mis aventuras que tuve con él, nada más ni nada menos fue hace 2 años y medio, es decir, 6 meses antes de que falleciera Alejandro. Estaba en un supermercado, realizando mis compras, como de costumbre, accidentalmente choqué mi carrito de compras con un señor, él se disculpó conmigo, se me presentó con formalidad, me dijo que se llama Roberto Reggini, gerente de R&G bufete de abogados, el mismo nombre de la empresa que trabajan Alejandro y mi hijo, también le dije que me llamo Alfonsina Roberzzi, le dije que era culpa mía por no fijarme donde iba, se excusó amablemente, le di mi mano, y como todo un caballero, me besó la misma, al ver sus ojos, me vislumbró con su mirada, tuve una impresión buena de él, se portó amable, ambos fuimos a caja, cancelamos todo, y fuimos al parqueadero, a diferencia es que yo iba a tomar taxi , pero: Roberto: Alfonsina, si quiere la voy a dejar a su casa, ya que tiene muchas cosas Yo: Sr Roberto, muy amable de su parte, pero voy en ...
    ... un taxi, tranquilo, Roberto: Pero Sra. Alfonsina, para que no gaste taxi, la voy a dejar en su casa, vamos acepte, no sea así... Yo: Bueno Sr. Reggini, está bien, acepto que me vaya a dejar a mi casa, muchas gracias. Roberto: Es un placer llevarla, y cierto, dígame Roberto. Yo: Bueno, gracias, Roberto, y también dime Alfonsina... En eso, él subió mis cosas a su auto, nos subimos, y partimos a mi casa, en ese día llevé una falda blanca floreada, como era primavera, cae bien este vestuario, noté que Roberto me quedó viendo las piernas en cada parada de semáforo, claro, mis piernas, son voluptuosas, hasta que llegamos a mi casa, Roberto no me dejó solamente afuera, como llevaba bastantes cosas, él me ayudó entrando a mi casa, a ubicar las cosas en su lugar, conversamos un rato, sin duda, él es un hombre inteligente, me conversaba de todo, y cuando se iba, me dijo: Roberto: Me gustaría que algún rato salgamos a dar una vuelta, claro, si quiere y desea... Yo: Si, claro que sí, Roberto, usted me cayó bien, y si podemos salir a cualquier sitio, a cualquier hora. Antes de irse, intercambiamos números de teléfono, para poder concretar citas y también escribirnos. Pasaría una semana, cuando él me llama por teléfono, me dijo que si deseaba ir a cenar a su casa, ya que iba a estar solo, y por lo general no le gustaba cenar solo, le dije que aceptaba su invitación, ya que por lo general mi hijo se va donde su novia, y Alejandro, estaba de viaje por trabajo. Llegó el día, me puse un atuendo ...
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