1. Celia una tormenta pasional


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Erotismo y Amor Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    ... remera. Tomamos mate, charlamos, nos reímos disfrutamos sobre manera el estar juntos. Ella fue hasta el balcón y dijo: C- No hace falta que me lleves, puedo tomar el colectivo en la esquina G- Dije que te iba a llevar y además nadie te está echando salvo que no te sientas a gusto y te quieras ir C- No para nada, estoy muy a gusto la paso muy bien con vos Me acerque al balcón y dije G- Es la primera vez que charlamos solo sos muy agradable, además de dulce tierna y hermosa C- ¡¡¡Guau!!!... gracias pero en serio anda urgente al oculista, pero aunque sea mentira gracias de todos modos, siempre es agradable oír esa clase de piropos aunque no sean ciertos G- No estoy mintiendo, en todo caso cualquier calificativo que use no alcanzaría para describirte… bonita, preciosa, divina, bella, hermosa, espectacular, en realidad ninguna ni siquiera todas juntas alcanzar para describirte C- ¿Qué decís? Y- Algo que hasta hoy no me atreví a decir. Aproveché su quedo, tomé muy suavemente su cintura entre mis manos y dije: Y- Estoy loco por vos Celia. Sos maravillosa como persona, y hermosa como mujer Ella quedó inmóvil en mis brazos como asimilando lo que acababa de decirle, mis manos siento la piel de su cintura, suave y tersa entonces acerque mis labios a su cuello y lo besé giró me miró y dijo: C- Es una locura... puedo ser tu madre; tenes la misma edad de mis hijos… tu mamá es mi mejor amiga... jamás imaginé algo así, pero ahora que sucedió quiero envolverme en esa locura porque yo ...
    ... también siento por vos algo demasiado especial... bésame vida. La tomé fuertemente por la cintura, ella llevó sus manos a mi cuello y nos besamos envueltos en un deseo irrefrenable. A medida que el beso se fue prolongando todo fue convirtiéndose en vorágine, yo la sujetaba por sus nalgas, ella movía su cuerpo contra el mío, haciendo que mi pene se endureciese cada vez más, cada segundo que pasaba la pasión y el deseo se hacía más ardiente e incontrolable; el beso se prolongó... no sé tal vez durante 15 o 20 minutos, luego ella dijo con voz entrecortada: C- Mi amor... me siento tan distinta en tus brazos... quisiera que este instante fuese eterno... no puedo creer que estoy así con vos... te deseo desde que te vi por primera vez… quiero sentirme nuevamente mujer en tus brazos... quiero ser tuya aunque más no sea una sola vez. Volvimos a besarnos con violenta pasión, y en medio de ese acalorado encuentro fuimos al dormitorio sin dejar de besarnos, de acariciarnos, hasta caer en la cama, con ella arriba mío, sus manos hacía rato habían desprendido parte de los botones de mi camisa, mientras continuaba desabotonándola, su boca besaba mi cuello, su lengua comenzó a recorrer mi pecho, a lamer mis tetillas, a besarla provocando en mí una excitación inigualable. Ella con desesperación quitó mi camisa, incorporó su tórax quedando sentada con parte de mi cuerpo en medio y con su cola apoyada sobre mi miembro ya erecto por demás, ella tomó su remera y se la quitó quedándose con un diminuto y ...