1. Una boca virginal me hizo el mejor oral de mi vida


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tengo atrás de un anaquel. Por lo que desde el mostrador donde atiendo no se aprecia. Pero de la mesa hacia el mostrador puedo ve quien llega gracias a los espacios entre los artículos. Me senté en el banco a untar mermelada a los panes. Le pregunté a Beto si quería uno. Me dijo que sí y dejando se ver la tv., se acercó a donde yo estaba. Están de pie viendo como le untaba mermelada. En eso por accidente uno de mis dedos se mancha de mermelada. Como de costumbre me iba a llevar el dedo a la boca para limpiarlo. Pero Beto se me quedó viendo y decidí decirle; -quieres probarla?. El nene dijo que si con la cabeza y empezó a chupar mi dedo hasta dejarlo limpio. En ese momento sentí un rico cosquilleo que me erizó la piel, sentí que los cabello se me pararon de punta y tuve de nuevo otra erección a tope. Era una locura, lo pensé. Es un niño. Pero sin pensarlo más. Volví a meter ahora el dedo anular que es más grueso al bote de mermelada y volví a ponerlo en su boca. Cosa que de nuevo lo volvió a chupar con esmero hasta dejarlo limpio mientras yo cerraba los ojos para conectarme en es linda boquita. Decidí ir más lejos. Como les comenté a veces lo engañaba; le ponía venda en los ojos para "jugar" mientras alguna vecina me hacia oral. Le decía que era mientras me escondía y que hasta que yo le avisara se podía quitar la venda. Entonces decidí emplear la venda para un juego más divertido. Le dije que jugaríamos otra vez. Pero ahora sería para darle mermelada. Le expliqué que el juego ...
    ... sería ponerle la venda otra vez. Y yo le daría mermelada con todos mis dedos. Primero con uno y luego con otro. Él muy gustoso por el sabor del dulce aceptó encantado. Le puse la venda mientras le decía que se sentara en el banco conde yo estaba. Esto para tener yo mejor visibilidad hacia el mostrador y para estar justo a la altura de su deliciosa boquita. Cuando le puede la venda, le ayudé a subirse al banco. Justo en ese momento aprecie su traserito. Era redondito, firme y abultadito. Llevaba un short rojo con playera blanca. Se veía muy lindo el peque. Sin pensarlo más me unté mermelada en el dedo de nuevo. Y lo fui acercando a su boquita. Le dije que lo hiciera con calma. Que lo chupara lento, que le pasará la lengua en la punta y después lo chupara como si fuera paleta para retirarle toda la mermelada. Lo hacía maravillosamente. Era un placer diferente pero adictivo. Con la otra mano empecé a soltar el cinturón y bajarme el pantalón para sacarme la verga. Volví a mojar ahora dos dedos y le avisé que eran dos. Los empezó a lamer para luego mamarlos deliciosamente!!.. Mi verga no podía estar más parada. Lubricaba como en mi adolescencia. Estaba súper caliente. Tenía que hacerlo ya. Le dije que le iba a dar más. Saqué los dos dedos de su boquita. Los metí otra vez al bote y está vez los llevé a la punta de mi verga para llenarla toda de mermelada. Agarré más dulce y lo cubro todo hasta la base hasta que quedó toda llena de fresa. Con una mano tomé su cabecita por la nuca y ...