1. Pagando deudas ajenas


    Fecha: 18/10/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... la desgarró, quitando los restos de mi cuerpo. Retrocedió y largó una carcajada, viendo los dedos de Pepe que entraban y salían de mi vagina cada vez más mojados…“La putita ya está bien caliente y mojada. Yo voy primero…” Anunció.“No por favor…” Volví a suplicar suavemente; pero mis manos parecieron no responder a mis propios ruegos, ya que tomaron esas dos vergas que ahora asomaban fuera de los pantalones de esos hombres tan viriles…Con delicadeza comencé a hacerles una buena paja, mientras mi respiración se hacía más profunda y pausada. Empecé a gemir…Carlos me empujó muy suavemente hacia abajo; haciéndome arrodillar de manera sumisa ante las dos pijas duras.“Vas a pagar la deuda de tu marido?” Me preguntó, humillándome…Asentí en silencio con mi cabeza y abrí mis labios decididamente, para recibir en primer lugar la verga de Pepe; mientras le acariciaba la de Carlos. Comencé a alternar posiciones con ellos.De pronto tomé ambas vergas y me las metí a la vez en mi boca. Con fervor me dediqué a chupar ambas pijas, sentí que esos tipos ahora estaban en mi poder, aunque sabía que ellos iban a cogerme sin piedad.“Qué buena perra…” Suspiró Carlos, tomándome de los pelos y haciendo que me pusiera de pie.Pepe se apartó y Carlos me estrechó contra su cuerpo. Su mano me acarició suavemente el culo y fue bajando lentamente entre mis nalgas hasta llegar a mi estrecho ano. Uno de sus dedos hizo una suave presión, a lo que yo respondí con igual fuerza hacia él, sintiendo que se ...
    ... deslizaba traspasando mi apretado esfínter anal.Enseguida su dedo salió de mi ano y continuó hacia mi vagina. Allí comenzó a masajearme hábilmente haciendo que cerrara mis ojos y dejara escapar un largo suspiro de placer.Carlos se sentó sobre la alfombra y yo, sin pensarlo demasiado, coloqué mis piernas una a cada lado y comencé a sentarme sobre él. Cuando esa gruesa verga hizo contacto con la humedad de mi vagina, lancé un prolongado suspiro. Estaba cogiendo con dos tipos que odiaban a mi esposo y eso me calentaba mal.Esa primera sentada sobre la pija fue con bronca…“Ayyy, está muy dura y es muy gruesa…” Alcancé a gemir….“Ah, no estás acostumbrada a una pija tan dura, nena?” Preguntó Carlos.Yo negué con la cabeza; el placer que sentía me impedía hablar.Mientras Pepe me metía su verga en mi boca, sentí que la de Carlos me abría la vagina en su continuo entrar y salir y de pronto me encontré cabalgando con todo mi frenesí, aullando como loca…De repente Carlos no pudo aguantar más y comenzó a gemir, haciéndome excitar peor. Lo sentí derramarse en mi concha y entonces yo exploté también, entre jadeos y quejidosMe salí de encima de Carlos, que quedó tendido en el suelo, tratando de recuperar la respiración. Ahora le tocaba el turno a su amigo.Pepe me tomó por los hombros y con bastante rudeza me hizo poner de pie. Luego me empujó contra la pared, donde apoyé mis manos y él me tomó por los cabellos, haciéndome pegar la cara contra los ladrillos…La penetración fue repentina y lancé un ...