1. Ana y su manera de pedir perdón


    Fecha: 21/10/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Un par de semanas después de haber grabado las imágenes de Anita cogiendo salvajemente con el carnicero en nuestra propia cama; por fin me animé a encarar a mi mujercita y decirle que yo sabía todo sobre esa encamada.Ella reaccionó sorprendida, pero enseguida retrucó que era una mentira seguramente escuchada de boca de Marcos, para alardear que podía cogérsela cuando a él se le antojara.Pero entonces hice que Ana se sentara frente a la computadora y le mostré la grabación. Nos quedamos ambos en silencio. Cada tanto yo miraba de reojo la cara de mi esposa. Anita estaba hipnotizada con la vista fija en la pantalla, tratando de no perderse ningún detalle; aunque ella conocía perfectamente toda la escena…Cuando el video terminó, Ana solo atinó a levantarse y darme las buenas noches. Decidí no presionarla ni preguntarle nada; quería que ella fuera la que hablara cuando tuviera ganas de hacerlo…Después de un rato de navegar por la red, yo también me fui a acostar. Me deslicé en la cama junto a Ana en plena oscuridad y encontré que ella estaba despierta y completamente desnuda.Sin mediar palabra se montó sobre mi cuerpo en posición para hacer un sesenta y nueve. Se aferró a mi verga y la introdujo entre sus labios acariciándola con la lengua, con pocos movimientos consiguió que se pusiera dura; mientras yo succionaba su clítoris y los labios de su vulva.Le metí además un par de dedos en su ano y ella se dejó hacer.Empezó a gemir cada vez más alto, hasta alcanzar el clímax con un ...
    ... prolongado orgasmo, llenado mi boca con sus jugos vaginales…Cuando su cuerpo dejó de temblar, Ana volvió a ocuparse de mi pija para hacerme acabar; pero yo quería prolongar el placer, así que le pedí que se pusiera en cuatro patas y de una sola embestida se la enterré hasta la raíz.Tanta pasión le arrancó un alarido de angustia; mientras yo empezaba a bombearla de manera furiosa, metiendo y sacando mi poronga con un ritmo muy acelerado.Ana entonces comenzó a jadear y a gemir de placer, pidiéndome a gritos que la cogiera con todo, que no tuviera piedad, que la hiciera gritar como una perra porque se merecía que la cogiera de manera salvaje y brutal…De repente se quedó callada y hundió su cara en la almohada. Entonces sentí que su concha se llenaba de fluidos, mientras ella se retorcía de placer y acababa en un intenso orgasmo…Uno tras otro se sucedieron los espasmos de su hermoso cuerpo, acompañados de palabras inteligibles y entrecortadas que denotaban el goce que estaba experimentando con su cara enterrada en la almohada…Yo trataba de contener mi ímpetu para no acabar todavía, porque quería cogerla un poco más… quería hacerle lo mismo que le había hecho ese carnicero hijo de puta en nuestra propia cama…Aprovechando que el cuerpo de ella estaba distendido y laxo, saqué mi verga de su empapada vagina y apunté apunte a su pequeño orificio anal, que se veía bastante estrecho.De un primer empujón conseguí metérsela hasta casi la mitad y Ana gritó de dolor ante tal arremetida brutal. ...
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