Patas arriba (XXIII) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XXIII)

... me confirman que hace un año cuando lo vi por primera vez no me equivoqué al calcular que es un hombre que se preocupa más por la felicidad que por las apariencias, eso sí, ni por todas las ovejas de Escocia juntas permitiré que se vaya de mi lado. Iván Vaya, no sé por qué parar en Helsinki si San Petersburgo está a menos de nada, pero bueno, algún motivo han de haber tenido esos dos locos, que, por ahora, no han fallado una. Lo más curioso fue al bajar del tren, ya que allí estaban el tío Yuri y Yasha, uno de mis primos, que también es rubio, pero tiene los ojos negros como un pozo sin fondo, eso sí, su sonrisa lo dice todo: desde que me acuerdo ha sido un bromista de los mejores y siempre nos alegra el día; pero Yasha no es el mismo, se le ve triste, apagado, como si algo le preocupara, lo mismo es la universidad o vete tú a saber. Nos bajamos del tren y después de un gran abrazo de mi tío Yuri y de presentar a Yakov (no quiso que usara su diminutivo, cosa que hasta al tío Yuri le extrañó) y no pude evitarlo: - Tío, ¿por qué estamos aquí? –era demasiada mi curiosidad. - A principios del siglo pasado y hasta el final de la Gran Guerra Patria, de aquí a ese lago que veis allí es lo que peleaban finlandeses y soviéticos, -mi tío hablaba con amargura, como siempre que tocaba algún tema relacionado con la Segunda Guerra Mundial o Gran Guerra Patria, si eres ruso-, una orilla de lago que significó muchas vidas a ambos lados de la frontera, Stalin la quería para abastecer la ...

... ciudad en caso de asedio, cosa que sucedió, mientras que los finlandeses no querían que les tocasen lo suyo, vaya tonterías se mete el ser humano en la cabeza… -mi tío ya empezaría uno de sus típicos sermones sobre el daño que hace la humanidad, especialmente cuando una nación se mete con otra sólo porque sí y sin pedir permiso. - Para hoy, haremos la Ruta de la Muerte en bote –Yasha intentó quitar el hierro al asunto y medio esbozó una sonrisa al ver la cara de susto de todos-, sí, hablo español, no sólo Ylian pasaba sus vacaciones en Madrid… y sólo te mueres en la Ruta si es el invierno ruso y tienes que caminar descalzo y con poca protección contra el frío por algo de comida en plena Guerra Patria. Debo reconocer que aunque me moría por saber qué le pasaba a mi primo, los chicos supieron animarlo un poco y al final parecía el mismo de siempre, aunque miraba con cierto recelo en todas direcciones, como si esperara algo… o alguien. Cuando ya estuvimos en tierra y pasamos a la Federación Rusa, que gracias a mi pasaporte diplomático no fue mucho lío, logré separarlo del grupo y hablar con él: - Yasha, ¿qué te pasa? –le dije en ruso. - ¿Papá no te lo ha dicho? –se refería a mi tío Yuri y él también me hablaba en ruso. - Pues no, no le he preguntado nada porque te lo puedo preguntar a ti –me parece lo más obvio del mundo, pero parece que él esperaba que fuera de cotilla con mi tío. - Vaya, por fin alguien que respeta si uno quiere contar sus cosas o no –Yasha me sonrió con tal ...