Patas arriba (XXIII) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XXIII)

... de Iván lo mismo es el ser más exigente del mundo como el cariño en su máxima expresión, aunque me hizo gracia que no lo soltó hasta que mi novio le hubo prometido aprovechar esta oportunidad como si no hubiera otra, lo que puede ser cierto, porque aunque Ekaterina es la que firma el permiso, debe enviar la solicitud a Moscú para que sea aprobada o rechazada. Lo que no me esperaba es que en cuanto se separó de mi novio se abalanzó sobre mí y me dio uno de los abrazos más cargados de cariño materno que tengo memoria. - Bien sabes, Ramón, que aunque Ylian me diga tía en esta casa es un hijo más, lo que te hace mi yerno también y quiero que sepas que tengo muchas esperanzas puestas en ti y en el futuro que tienen los dos como pareja, tú también tienes mi bendición para hacer que este hijo mío sea feliz y que su sonrisa no se borre nunca depende de ti, recuérdalo, porque los quiero mucho a los dos. Debo reconocer que estaba tan impactado que no habría sido capaz de entender otra cosa que no fuera mi materno catalán, aunque después de un beso en la mejilla mi Yliusha me dijo que su tía Kattia nos acaba de dar la bendición según una vieja tradición rusa y que ahora debíamos abrazarla entre los dos para recibir la bendición o no nos dejaría poner un pie fuera de casa. Cuando por fin salimos de allí nos subimos a mi coche y pasamos a por Rubén, quien se encargará de vigilar mi casa mientras todos estamos en Londres, así que como pago decidí dejarle mi coche, al menos que pueda ...

... salir a divertirse un poco. Conduje hasta el aeropuerto y mi novio guapo y yo nos subimos al avión y pudimos ver cómo se alejaba Madrid y se acercaba un maravilloso mes de vacaciones mi Ylian guapo y yo el uno para el otro. Cami Por fin ya estábamos todos en la estación de tren. Paco y Teresa dejaron ir a Edu y Jesús con nosotros con la condición de llevar un médico y un enfermero con nosotros por si Carlos llegase a aparecer; lo que más me alegró es que la idea partió del propio Edu. Paco y Teresa correrían con los gastos de los dos chicos y de los dos profesionales, además de mejorar la categoría de los hoteles donde nos quedaríamos como regalo de su parte, pero casi me voy para atrás cuando el médico era mi tío Tavo y el enfermero era mi tío Dani. Nos subimos al AVE rumbo a Barcelona y cuando nadie nos oía les pregunté a mi tío Tavo cómo se las apañó para traer a su esposo y me dijo que con una sonrisa se consiguen muchas cosas, luego no quiso soltar prenda. Después de un buen rato, llegamos a Barcelona y, al bajar del tren, mi Ramón se quedó con la boca abierta y totalmente pasmado cuando mi suegro y mis cuñadas nos estaban esperando en el andén, pero era una de las sorpresas que Lucas y yo les habíamos preparado a todos, así que yo tuve la cabeza fría para ir y saludar a la familia de mi chico y presentarlo al resto de la peña. Don Andreu nos había ofrecido un chalé que tiene en la ciudad y dormiríamos allí, así que fuimos a dejar las cosas, ya que estaremos unos días por ...