Historia del chip 024 - A flor de piel - Kim 010
Fecha: 26/10/2018,
Categorías:
Dominación
Grandes Relatos,
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... y al llegar a los pies quitó la cadena metálica que ayudaba a contener el pie en el zapato. Kim notó que los dedos gordos recogían la presión del cuerpo. Para evitarlo en la medida de lo posible se apoyó en los talones, por muy alzados que estuvieran. La parte posterior de las piernas lo comprobaron inmediatamente. El ardor continuó su callada labor en el hueco entre las piernas. —Anda un poco a ver cómo te sientes. Kim obedeció. Mirada al frente, manos en la espalda sujetando el vestido. Los dedos la molestaban, aunque era soportable. Imaginó que con el tiempo se acostumbraría. Y era sexy como el demonio: vestida para follar. —Gracias, Mary. Gracias. De verdad—dijo con total sinceridad. En su mente, todo era para Roger. Mary, sabedora de que su plan estaba funcionando, se sentía exultante. Ese calzado sería imposible de llevar fuera de casa mucho rato y encima pretendía que fuera su atuendo casero... siempre que estuviera con uno de sus amantes. —De nada, Kim. Sólo quiero ayudarte a que seas feliz con Roger y quiero que sepas que me encuentro muy unida a ti. Te admiro por tus esfuerzos… por tu pasión. Ahora colócate de nuevo las cintas en los pies y luego el vestido. Hazlo con las piernas bien rectas, doblada hacia delante y el culo bien elevado. A los hombres les encanta esa postura. Kim recogió las cintas de la mano de Mary y empezó el movimiento. El dolor en los dedos se incrementó, inevitablemente había balanceado el peso hacia delante así que no se preocupó por como ...
... presentaba el culo. Tuvo que hacerlo todo con una mano, la otra sujetando el vestido. Se incorporó lentamente y suspiró al notar como los pies quedaban mejor sujetos. Se puso el vestido a toda velocidad. El corsé o sucedáneo ya estaba en su sitio. No podía más. —Mary, necesito que me estimules. Por favor, sé que ...— rogó Kim con voz baja. Mary negó con la cabeza y con las manos. —Sabes que romperíamos el encanto de mañana con Roger. Resérvate para él. Kim bajó la cabeza abatida. Mary llevó su dedo a la barbilla baja y con lentitud la elevó. Mirándola a los ojos le dijo: “Escucha, deberías estar alegre. Mañana por fin vas a estar toda la noche con Roger. Llevas tanto tiempo esperando. No lo estropees ahora. Pero te acariciaré los pechos como te dije, para calmarte.” Kim se quitó de inmediato el vestido y los zapatos. Y se fue a la cama. Mary llegó al cabo de unos minutos. Vio que Kim estaba entre las mantas y tapada. —¿Si fuera Roger, ¿me esperarías dentro de la cama o estarías sobre ella? Debes acostumbrarte a pensar como si él estuviera aquí, así podrás comportarte mejor cerca de él, a la hora de la verdad. Todos los pequeños detalles surgirán sin esfuerzo. ¿Mañana llevarás los mocasines, ¿verdad? Kim odiaba los mocasines con todas sus fuerzas y le dolían los pies y los dedos gordos de haber estado en los tacones incluso un rato tan corto, pero no protestó. Se levantó y fue a buscarlos. Mary ya se había metido entre las sábanas. Con vergüenza se tumbó encima de la manta y con ...