La sumisión de Raquel III
Fecha: 26/10/2018,
Categorías:
Dominación
Incesto
Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos
... seguir, cosa que asentí con un moviento de cabeza, pues yo no sabia si estaba mas asombrado o excitado, así que Ana se dirigió a donde estaba mi ropa y cogiendo mi correa se fue a por su hija, y sin avisar le soltó un correazo en su culo, pero lo que más nos sorprendió nuevamente fue la respuesta de Raquel. Raquel.-Gracias Señora por castigar a esta perra. Ana.-Vas a aprender a tratar a tu Ama perra, vas a sentir el haber arañado el cuerpo de tu Ama, te voy a dar diez correazos. En ese momento me levante y le dije a Ana que parara, y sacando de mi bolsa una regla de cuero se la cambie por la correa, ya que la correa deja más marcas y son peores de curar. .-Conforme recibas los azotes perra los iras contando y diciendo gracias Amos por este castigo que me he merecido. Raquel.-Si mi Amo, así será. Ana volvió a azotar el culo de su hija, cumpliendo esta a rajatabla lo indicado por mí. Al cuarto azote se le saltaron las lagrimas, pero en ningún momento dijo nada que no fuese lo estipulado. Cuando acabo Ana le dije que se acercara al baño y buscase una crema para que se la aplicara a su hija, pues era la primera vez y no estaba acostumbrada aun. Mientras Ana iba a buscar la crema, me acerque a Raquel y acariciándola le dije que me tenia gratamente asombrado y que la iba a convertir en una buena esclava de su madre y mía, a lo que ella me respondió “que no deseaba otra cosa mas que pertenecernos y cumplir cualquier deseo nuestro y sobretodo mío” Volví a mi bolsa y saque unas ...
... pinzas de presión con una cadena y acercándome a Raquel se las puse en los pezones que los tenia como una piedra, y esta solo hizo una mueca con la cara y se le saltaron dos lagrimas, pero aun así no dijo nada. Lleve mi mano a su coño y estaba empapado. -Como estas perra, estas excitada? Raquel.-Si mi Señor, las lagrimas no son de dolor, son por cumplir sus deseos de que no me corra sin su permiso, estoy intentando controlarme mi Amo, pero me esta costando. No dejaba de sorprenderme, en los años que llevaba viviendo la vida como a mi me gusta, jamás había conocido un cambio tan grande, cierto es que ya había leído algo de perras como Raquel, pero siempre había dudado de su veracidad, pues me parecía irreal que alguien pudiese convertirse en una esclava perfecta en tan solo un día, pero ahora doy fe de ello, supongo que es algo que Raquel lo tendría a flor de piel a punto de explotar y sospechando sobre la vida que seguía su madre, lo provoco, pero vamos eso es solo una suposición mía pues jamás se lo he preguntado, lo mismo cuando lea este relato hablamos del tema. Viendo los esfuerzos que estaba haciendo por contenerse, le autorice a correrse, cosa que hizo nada más terminar yo la frase, empezó a convulsionar todo el cuerpo y termino pegando un grito que se tuvo que oír en toda la urbanización. Pero aun así no cambio de postura, seguía de rodillas con las palmas apoyadas en la silla. Raquel.-Gracias Señor por permitir a esta perra correrse para su Amo. En ese momento se acerco ...