-
Desafío de galaxias (capitulo 25)
Fecha: 30/10/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... que quedaron del lado francés, se pudren actualmente en el ambiente tóxico de la Tierra. Grupos de arqueólogos están rescatando monumentos que están siendo restaurados en Nueva Barcelona. Por fortuna, la cultura catalana esta preservada en Nueva España. —Pues menos mal. —Cuatro años después de la independencia de Cataluña, otro país vecino, Portugal, se unió a nosotros… que por cierto les fue mejor. Si quieres, mañana podemos ir a Nueva Lisboa: es una ciudad muy interesante. —Me gustaría, pero mañana no, recuerda que el presidente Fiakro llega de visita y quiere verte. Y además quieres regresar a Mandoria. —¡Joder! Ya no me acordaba. Bueno, pues lo dejamos para otro momento. Fiakro llegó con mucha antelación y se plantó en el pueblo sin avisar provocando un revuelo considerable, no solo en casa de los padres de Marisol, también, y mucho más, en Almagro la Nueva. Le acompañaba el canciller de Nueva España a modo de guía y, después de achuchar a Anahis y saludar más formalmente a Marisol, le dijo a la madre de esta: —Un pajarito con insignias de general me ha dicho que usted cocina muy bien, mi querida señora. —Ese pajarito es un poco exagerado, —dijo la madre mirando a su hija con el ceño fruncido. —¡Bueno! Pues habrá que comprobarlo, ¿no le parece? El canciller y yo nos quedamos a comer en su casa, por supuesto, si usted tiene la bondad de invitarnos. —¡Pero que cosas tiene! Como no les vamos a invitar. —Pues entonces ya esta. No se apure, me llevo a las niñas y al canciller ...
... a visitar la ciudad, que me han dicho que la Plaza Mayor y el Corral de Comedias es digno de admiración. —¡No lo dude señor presidente! —intervino el padre de Marisol—. ¡Vaya tranquilo! Que cuando regresen tendremos algo preparado digno de usted. —No, no, no. No quiero nada digno de mí, que en palacio me tienen frito con las comidas de dieta y todas esas cosas que parece ser que son muy saludables para mí. Yo quiero, ¿Cómo lo llamas ustedes? ¿de puchero? Ya me entiende, pero que no se entere mi dietista. —¿Tal vez un cocido castellano o algo así? —apuntó en canciller dirigiéndose a la madre de Marisol. —Buena idea señor canciller. Mama, prepáralo para todo el sequito, —dijo Marisol. —No, no, eso es excesivo… —comenzó a decir el presidente. —Señor presidente, y con el debido respeto, esta usted en mi casa y en ella se hace lo que dice mi mama. —Y yo digo que de acuerdo, —afirmó Fiakro. —Decidido, hablo con las vecinas y en un par de horas lo tenemos preparado. —¡Vayan, vayan! Y no se preocupen: cuando regresen lo tendremos todo listo, —zanjó el padre de Marisol. —Y papa, —dijo Marisol— prepárale al presidente unas botellas de lo que ya sabes para que se las lleve. —Espero que también haya alguna botella para el canciller, —protestó este. —Por supuesto. No se preocupe que no le van a faltar, —dijo el padre riendo. Terminada la comida, que fue abundante, el presidente, el canciller y Marisol se sentaron a la fresca en el patio interior de la casa repleta de plantas. Se situaron ...