Papá, Mamá y el Mecánico
Fecha: 02/11/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: GusBecker, Fuente: SexoSinTabues
... un edificio de zona casi céntrica, en un departamento de 3 ambientes con balcón a la calle, con 2 habitaciones, 1 baño, 1 cocina y una amplia sala de estar. A una cuadra de casa existía un taller mecánico, en el que trabajaban dos hombres, uno era un viejo al que apodaban “Bujía”, bastante desgarbado y muy flaco, le faltaban un par de dientes y siempre usaba el mismo mameluco azul sucio de grasa que parecía que no lavaba desde hace varios años (si es que alguna vez lo lavó), los pocos pelos que le quedaban los llevaba largos y se los ataba con una coleta; el otro mecánico era grandote y superaba el 1,80 mts. de altura, de unos treinta y pico de años, morocho, de pelo desprolijo y facciones duras, a pesar que su nombre era Miguel, lo llamaban “Sandro” por sus patillas largas, como las que usaba el cantante Roberto Sánchez. Mami era la que me llevaba y traía todos los días de la escuela y como camino obligado teníamos el mencionado taller y Sandro siempre cuando nos veía pasar por la puerta le dedicaba un algún piropo ordinario a mamá sin importarle que yo estuviera presente, del tipo: “Preciosa, regalame tu sonrisa vertical”, “Corazón de arroz, la que me cuelga es para vos”, “Con ese culo cagas bombones”, “Juguemos a que soy un barrilete y vos me re-montas”, “Con tus melones y mi banana, desayunamos en la cama”, “Mostrame una teta y yo me imagino la otra”, “Negra con esas tetas ¿Para qué te pintas los labios?”, “Pero que lindo culo para sacar a pasear mi pija”. Al ...
... principio esto la enojaba, pero con el correr del tiempo le causó gracia y me retaba si yo le contestaba algo a ese hombre: - Mi amorcito no tenés que contestarle. - Pero mami no me gusta que te diga esas cosas. - Es normal que los hombres digan esas cosas cuando ven a una mujer atractiva, me sube la moral que no solamente tu papi me crea linda. Gustavito en lugar de enojarte sentite alagado que piropeen a mami… Cuando pasábamos por ahí, ella me apretaba la mano para que yo siga caminando y no intente defenderla. Una semana antes de embarcarse papá, el Renault 11 que teníamos empezó a andar mal y él lo llevó al taller mecánico de Sandro y Bujía, desconociendo lo que ellos le decían a su esposa; los días transcurrieron y del auto ni noticias. Papi partió sin que el vehículo estuviera arreglado, por tal motivo una mañana, camino a la escuela entramos al taller. Lejos de la valentía habitual para piropearla, al verla caminar hacia él con paso firme, Sandro comenzó a tartamudear. Mamá le preguntó por nuestro auto: - No sabía que era tuyo el auto mamita, decile a tu marido que en estos días venga a buscarlo que lo voy a tener listo. - Mi marido no va a poder pasar porque está embarcado, decime cuando crees que me lo voy a poder llevar. Al escuchar estas palabras una sonrisa se le dibujó en la cara al mecánico. - Por ser vos, te lo tengo listo al mediodía, preciosa. - Bien entonces más tarde vengo. Transcurrida la mañana, luego de pasarme a buscar por la escuela, volvimos al taller como ...