1. Dificil De Creer.


    Fecha: 06/11/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: nereo, Fuente: xHamster

    ... el dulce sabor de su rímel contrastaba con el olor a cerveza que despedía su aliento. Yo estaba como hipnotizado y acto seguido sentí la pequeña mano de Mari sacando mi pene; basto con que lo masturbara un poco para que se me pusiera duro, la chica me miro con satisfacción al ver mi pene erecto y dijo: “¡Uyyy, lo tienes bien grueso! Y además de todo lo tienes muy moreno, y aparte de todo con vellos, si no fueras tú te diría que te afeitaras y que te exfoliaras pero en tu caso se te ve muy bien, me encanta”. Y acto seguido Mari se inclino y me lo comenzó a chupar, le costó trabajo pues su boquita apenas si podía tragarse la cabeza de mi pene así que se conformo con lamer mi verga por todo el tronco y el glande. Ella parecía feliz, me decía: “¡Mhhhh, se te marcan las venas en tu verga! La tienes muy buena, cuando me la metas me vas a destrozar.”Yo pensé que lo había dicho a modo de preocupación pero acto seguido me demostró que no era así, se levanto y se comenzó a desnudar; se quito el short y luego sus panties color rosa y quedo ante mí su coño; era una rajita muy bonita, con un poco de vello y se veía casi virginal así que acerque mi cara y la comencé a lamer de forma un poco torpe. Pero por suerte Mari lo gozaba pues oía sus pujidos y sentí su mano tomarme por el cabello como incitándome a que continuara; su coñito estaba muy limpio y despedía un ligero aroma floral que suponía era de algún perfume o de un producto de higiene intima. Así estuve unos minutos, yo era torpe ...
    ... pero por suerte Mari tampoco era muy exigente, se calentó mucho y se recostó abriéndose de piernas invitándome a penetrarla. Yo ni tardo ni perezoso me acerque y sin más le metí mi verga en su pussy; me costó un poco de trabajo pues estaba muy estrecha pero como ya estaba mojada mi pene pudo entrar más fácilmente. Yo sentí muy rico y por tanto no espere mucho para empezar a embestirla con fuerza, ella me miraba a los ojos y veía sus gestos, en verdad parecía gozarlo, me tomo del cuello y me beso, lamio mi cuello y mis orejas y yo hice lo mismo, mi verga entraba y salía de su dulce puchita sin mayor problema, era como si nos hubiéramos acoplado a la perfección. Ella gemía y gritaba y yo sentía que no iba a poder aguantar mucho mas, así que salí de ella y me senté con el pene apuntando hacia arriba y la invite a que se sentara en él; ella se apresuro y se sentó sobre el, yo estaba impresionado, tenía sobre mi y montándome a la chica que me había robado mil suspiros en los últimos meses, el solo ver su cuerpecito brincando sobre mi me volvía loco de pasión; yo sentía como sus nalguitas chocaban contra mi cada vez que se movía, eso me enardecía tanto que con mis manos las tome y las apreté a placer, le dije a Mari: “¡No sabes cuantas veces soñé con tenerte así Mari! Siempre que te veía vestida con esos pantalones pegaditos que usas soñaba con poder cogerte así.” Ella sonrió y me dijo: “¡Si, lo sabia! ¿Por qué crees que me los ponía?, me excita muy cañón el pensar que te la jalas ...
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