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PRECOCIDAD INFANTIL
Fecha: 13/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... parecían uno solo. - Mi amor ¿Quién te desvirgo? Le pregunte cuando estábamos descansando. - Papi es que me da vergüenza contar. - Hijita pero nosotros ya disfrutamos de este maravilloso momento, yo no te voy a hacer reclamos, cuénteme le decía tratando de convencerla. - Mi abuelito. - Con tu abuelo, ¿Cuál de los dos? - El papá de mi mamá. - ¿Cómo fue? - Te voy a contar todo desde el principio, tú me enseñaste a hacerme la paja pero después te enojaste conmigo y no me volviste a hacer. - Si, pero es que eras muy niña. - Pues mi abuelito si me daba gusto con las caricias y las mamadas en mi vagina, además yo le tenía pesar porque como lo veía tan solito desde que murió mi abuelita me escapaba para su casa para que me hiciera cositas ricas, cuando tenía 9 años me pego la enfermedad por tallarme el pene en mi rajita, pero no le conté a nadie. - Recuerdas la vez que sentimos tan rico cuando yo tenía 10 años y me metiste la cabeza del pene? - Si claro, como no lo voy a recordar. - Días después salí de la escuela y me fui para ...
... su casa, nos acariciamos como siempre, creí que iba a sentir los orgasmos pero no fue lo que yo esperaba por el dolor que sentí cuando me desvirgo. - Pero después en otras folladas si me quedo gustando por eso hoy me pase para tu cama y ¡sabes que papá? …… Eres un campeón. - Gracias mi tesorito. - Después te cuento que le dí a mi hermano Mateo el día que cumplió 15 años. - No dime de una vez, no me dejes con dudas. Acercándose a mi oído con una vocecita mezcla de malicia e inocencia me susurra: “el culito” De ahí en adelante Isabela tiene tres penes a su disposición, ¡!y vaya que los sabe disfrutar¡¡ Varias veces me di cuenta que se pasaba para la alcoba de su hermano y mientras les escuchaba sus escándalos amorosos yo me hacia la paja. Pero no se porque cuando pedía permiso para visitar al abuelo yo sentía celos pero a la vez morbo al imaginarla siendo penetrada por un adulto. Era una sensación indescriptible que en ocasiones me gustaba pero la mayoría de las veces no y decidí poner remedio a eso. Pero será otra historia.