1. Don Rolando...


    Fecha: 08/11/2018, Categorías: Gays Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... medio de su pecho velludo y musculoso. Se acercó y sin decir una palabra, me quitó la chaqueta de piel y comenzó a desabotonar mi camisa. Mientras esto hacía, ésta vez yo, lo atraje hacia mí y lo besé nuevamente. La punta de su verga, literalmente chorreaba... Dio contra mi vientre y se deslizó hacia arriba, quedando aprisionada entre nuestros cuerpos. Mi miembro, se había deslizado justamente entre sus muslos, justamente por debajo de sus bolas... Rolando, al sentir esto, tensó sus músculos y, nuevamente me dio un placentero masaje que rápidamente me llevó de nuevo a la cúspide de mi juvenil placer... De nuevo se detuvo para terminar de quitarme la camisa y permitir que me librara de los pantalones y las botas.En cuanto estuve tal como llegué a éste mundo, nuevamente me abrazó y besó; yo, lo rodeé con mis brazos por el cuello; situación que aprovechó para tomarme por los muslos y levantarme en vilo. Acomodó mis piernas alrededor de su cintura y, rodeándome con un brazo por el talle, llevó su otra mano por detrás de mí hasta alcanzar mi culo; virginal hasta ése día... Al principio pasó uno de sus dedos, inofensivamente, por encima y alrededor de la entrada de mi ano hasta que, sin que yo estuviera preparado para recibirlo, empujó la punta de su dedo medio, dentro de la estrecha abertura... Yo dejé escapar un gemido sordo que Don Rolando apagó con sus labios.Me dolía, me dolía mucho pero a la vez era increíblemente sensual y sexual sentir el grueso dedo de éste hombre ...
    ... pugnando por abrirse paso, por primera vez, en mis entrañas. Luego, otro de sus dedos comenzó a empujar conjuntamente y el dolor se tornó insoportable. Rolando se detuvo y retiró sus dedos; cubrió la fría cubierta de mármol del lavamanos con una toalla y me depositó ahí... Tomándome por los tobillos, elevó mis piernas y dijo:Te voy a dar toda la lubricación que necesitas, cabroncito...Y se lanzó directamente sobre mi culo adolorido... Su lengua era tibia y suave... La sensación, sencillamente indescriptible... Alternaba entre mi ano y mis bolas... Cada vez que pasaba los labios y su lengua húmeda sobre los testículos, una sensación entre placer y angustia me invadía... Casi clavaba la punta de mis dedos en su cuello de toro... Trataba de detenerlo pero él era más fuerte... Y las caricias sumamente placenteras... Era la segunda vez que experimentaba esa caricia en mi vida pero, ésta vez, por el ímpetu de la pasión, resultaba muy superior...Estaba aturdido y empapado de sudor, igual que él... Apenas advertí cuando abrió una de las gavetas por debajo del lavabo y extrajo unos pequeños envoltorios brillantes. Sabía que eran condones pero, hasta ése momento, nunca había usado uno en realidad... Se puso el pequeño capuchón sobre la punta de su pene y luego lo corrió a lo largo del grueso tallo... Era un poco cómico ver su enorme virilidad aprisionada bajo aquella cubierta de color rojo...Extrajo también un pequeño tubo que contenía un gel transparente y se aplicó un gran bodoque en la ...
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