1. Internet y sus relaciones VI


    Fecha: 04/09/2017, Categorías: BDSM Masturbación Sexo Duro Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster

    ... reprimir una sonrisa.¿Acaso no esperabas que tu Amo estuviese bien dotado?Yo... bueno, no esperaba algo así, Amo.El Sr. Sotogrande abofeteó las mejillas de la joven con su miembro y a continuación lo ofreció ante sus labios. Ruth abrió la boca y comenzó a chupar el deseado tronco de su Amo. Intentó sujetarlo con sus manos, pero el hombre le indicó que debían permanecer sobre los muslos. La inexperta muchacha siguió la felación con mucha dificultad, hasta que el Sr. Sotogrande le agarró un manojo de pelo y comenzó a follarle violentamente la boca. Ruth no había sido nunca usada de forma tan brutal y las duras embestidas le provocaban arcadas y sensación de asfixia, pero no se quejó. Sabía que el Amo la estaba poniendo a prueba y ella quería estar a la altura. Finalmente, el Sr. Sotogrande se detuvo, sacó la polla de su boca y tras masturbarse brevemente, comenzó a descargar abundantes chorros de leche sobre su cara, su pelo y sus pechos. La joven miraba asombrada y excitada cómo aquella gruesa manguera la bañaba en semen. Cuando terminó de pulsar, el Sr. Sotogrande volvió a ponerla al alcance de sus labios.Dejala limpia y reluciente, zorra –ordenó.Sí, Amo.La lengua y la boca de Ruth se aplicaron sobre el miembro del Sr. Sotogrande. Era la primera vez que la joven probaba el sabor del semen, y aunque le resultó extraño, no le disgustó. Más desagradable era la sensación de la leche resbalando por su cara y por su torso.Cuando el Amo lo creyó conveniente, detuvo la felación.Ve ...
    ... al baño y aseate –ordenó.Sí, Amo –aceptó Ruth, comenzando a incorporarse.¿Qué haces? –la interrumpió el Sr. Sotogrande.Lo que usted me ha ordenado, Amo. Ir al baño – respondió la joven, confundida.¿Te he dado yo permiso para levantarte?No, Amo. Lo siento –respondió la joven, comenzando a gatear en dirección al baño.Daniel Sotogrande observó con una sonrisa el trasero de la muchacha y el conejito, que se veía húmedo entre sus muslos. Sabía que eran suyos y que pronto haría buen uso de ellos, aunque lo primero era recuperarse de la fabulosa corrida que acababa de tener. Sabía, por experiencia, que eso no llevaría mucho tiempo.Ni se te ocurra masturbarte, zorra –soltó antes de que la gateante figura de Ruth desapareciese tras la puerta del baño.Una vez a solas, la joven se incorporó y automáticamente se dirigió a la ducha, que era más bien una amplia y cómoda cabina de hidromasaje. Tuvo que decirse a sí misma que todo aquello era real. Que lo que había estado esperando durante semanas, estaba ocurriendo de verdad y era mucho más salvaje e intenso de lo que había esperado. Darkshadow, el ente virtual del que había sido sumisa durante las últimas semanas, se había transformado en Daniel Sotogrande, un Amo real, dominante, que hacía aflorar sus más profundos e íntimos deseos de ser sometida.Los chorros de agua golpearon sobre su cuerpo, hacíendola estremecerse. Tenía tantos deseos de llevarse las manos a sus pezones, a su sexo... pero lo tenía prohibido. Intentó llenar su cabeza con ...
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