El desafío: ¿Qué hacer cuando te desafían a coger?
Fecha: 15/11/2018,
Categorías:
Primera Vez
Voyerismo
Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos
... haciéndose una ilusión romántica, no sé. Lo cierto es que, gracias a eso, de nuevo fui abriéndome camino. Poco después logré que se recostara en pleno pasto y así, ya sin calzones, se me abriera de piernas lista para recibir lengua. Fue así como la lubriqué para lo que vendría. Se la dejé ir hasta el fondo. La chica emitió un grito agudo y fuerte, pero a pesar de su pesar ya no emitió negativa alguna. Incluso puedo jurar que alzó más su parte púbica como con intención de brindarme por completo su sexo. “¡Puta!”, en ese momento pensé. “Qué rico desvirgue”. Pues, sin yo preguntárselo, creí que en verdad lo era, o lo había sido hasta ese momento, ya que estaba bien estrechita. Mientras Paola emitía sollozos de satisfacción sincera, traté de encontrarme de nuevo con la mirada de Jimena como para enfatizarle que eso mismo podía ella disfrutar. Sin embargo no la vi. Como lo único que me quedaba era la Pao, a ella me dirigí, hablándole al oído. —Te hacía falta, ¿eh, golosa? Pero no te preocupes que ahorita te lo doy —y la penetré lo más rápido y fuerte que pude. Los chasquidos al chocar nuestras carnes eran muy morbosos y sonoros. Le perdí el miedo a que alguien nos descubriera y me afiancé de sus tremendas caderas con fuerza, mientras horadaba cada vez más rápido aquel antes virginal agujero. La pinche Paola se retorció como tlaconete en sal, lo juro. Cuando nos volvimos a tirar en el pasto ella ya se mató solita. Se dio gusto con duros y frecuentes sentones. Luego la coloqué de ...
... espaldas al robusto tronco de un árbol inclinado. La sujeté de las corvas y la penetré furiosamente. Mientras tanto, Paola sudaba profusamente y, al tener a su atacador frente a ella, me confesó su sentir. —Aaaah, me gusta. ¡Ay! —¿Estás a punto de…? —le cuestioné, aún sabiendo la respuesta. —¡Aaaaayyy! —gritó evidenciando más lo obvio. Puedo confesar que en ese momento me sentí feliz. Me sentí feliz de haberle provocado un orgasmo a la modosita chica. Nadie, hasta ese momento, le había ofrecido tal placer; está mal que yo lo diga pero lo considero cierto. Y en parte lo entiendo, no es muy bonita que digamos, pero la verdad es que es buena persona; es simpática la chica. Confiando en que no había tenido contacto sexual antes, es que se la había metido sin látex de por medio, así que, al poco rato, Paola ya estaba tendida en el pasto, con sus pantaletas a un lado y escurriéndole mis líquidos seminales de su desflorada vagina. Antes de poder retirarme ella me cuestionó: —¿Cuándo nos volvemos a ver? Le respondí de cualquier forma alimentándole su necesidad de afecto y pidiéndole que no se lo contara a sus amigas. Aunque, por su timidez, no creí que lo hiciera de cualquier manera. —Bueno. Todavía te faltan tres y esta vez quiero que tú mismo las grabes y luego me pases los videos —me dijo Jimena más tarde, después de haber visto lo grabado por ella. Fue así que al día siguiente me presenté en casa de Carla, quien era conocida por el mote de “la Chapis”, por su complexión de tipo ...