El capataz y el señorito 3
Fecha: 16/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... te llene de verga ese culito, así será. Al día siguiente, Bruno se despertó tarde por no poder dormir bien y se encontró con la noticia que Ricardo ya había vuelto a la hacienda, tal como lo sospechaban estaba con Juancho quien también había regresado y se encontraba haciendo sus labores. Furioso, el capataz se dirigió a las caballerizas y al encontrar a Juancho trabajando le aventó y dijo: indio desgraciado, ahora mismo me vas a decir dónde estabas. Juancho: ¿qué le pasa Bruno? pos qué traes. Bruno: contesta perro, dime si pasaste la noche con el señorito Ricardo, contesta. Juancho: pos pa que te lo voy a negar. la verdá es que sí. Bruno le dio un golpe en el rostro a Juancho y le dijo: dime ¿qué hicieron? contesta o aquí mismo te muelo a golpes. Juancho: lo siento Bruno, pero no puedo decirle, le prometí al señorito que no diría nada. El capataz comenzó a patear a Juancho y le dijo: así que le eres muy fiel al patrón, pues ya no tendrás que serlo maldito, porque desde hoy dejas de trabajar aquí. te largas ahora mismo. Juancho defendiéndose de los golpes dijo: pero usté no puede correrme, el patrón es el señorito Ricardo. Bruno: el que manda aquí soy yo. Ricardo es nadie ante mí y yo puedo hacer lo que quiera me entiendes. lárgate si no quieres que te mate maldito. Y Juancho salió corriendo de la caballeriza, pero no obedeció las órdenes de Bruno sino que fue a hablar con Ricardo. Ricardo: ¿Qué? ¿Dices que Bruno te corrió de la hacienda? Pero él no tiene ningún derecho. ...
... Juancho: eso ya lo sé señorito, por eso vine a verlo a usté. Ricardo vio la cara golpeada de Juancho y tocó su mejilla: mira cómo te dejó. Juancho se sonrojó al sentir la mano de su patrón en su rostro y sintió un calor en su pecho. Ricardo: no te preocupes Juancho, tú no te vas a ir de esta hacienda. yo hablaré con Bruno. Juancho: muchas gracias señorito que Diosito me lo bendiga. Y el peón besó la mano de Ricardo que sorprendido por la acción se sonrojó. En una caballeriza, se encontraba Bruno bebiendo una cerveza cuando Ricardo apareció. Ricardo: Bruno, tú y yo tenemos que hablar. El capataz con sonrisa burlona dijo: pero mira quien aparece, mi puta rebelde. Bruno jaló a Ricardo a su cuerpo y le dijo: dónde te metiste toda la noche, tuve que masturbarme porque no tenía tu culo para deslecharme. Ricardo forcejeando: eres un maldito, no te permito que me hables así. Bruno: yo te hablo como quiera porque tú eres mi mujer y puedo hacer contigo lo que me plazca. Ricardo: yo no soy tu mujer. Bruno: sí lo eres o quieres que vuelva a orinarte para que te recuerde que me perteneces. Ricardo: eres un desgraciado, pero no voy a permitir que hagas lo que quieras por eso no voy a dejar que eches a Juancho de la hacienda. Los ojos del capataz brillaron llenos de rabia y dijo: así que ya salió el peine. estás muy gallito por ese perro verdad. ¿qué ya te entregaste a él? ¿ya te dio por el culo? Ricardo no aguantó más y le dio una bofetada a Bruno: no te permito más ofensas. y Juancho no se va ...