1. Gemidos al amanecer


    Fecha: 18/11/2018, Categorías: Fetichismo Primera Vez Autor: limahong34, Fuente: xHamster

    ... sacaba 13 años me hizo reflexionar y dejarla tranquila. En uno de esos momentos críticos en los que puede pasar cualquier cosa, y sin aviso previo, pasé mis manos bajo sus brazos y comencé a masajearle las tetas con toda naturalidad. Unas tetas jóvenes y firmes, probablemente en el mejor momento de su vida y lo suficientemente grandes para llenar mis manos. Comencé a trabajarlas con movimientos suaves y acompasados pero no tardé en aplicar una firmeza creciente mientras lo hacía, dejando a las claras de alguna manera que mis intenciones no eran tan inocentes como pudiera parecer al principio. A medida que me ponía cachondo empecé a mordisquear y chupetear su oreja, aumentando aún más la temperatura interior. Ella no decía nada, más allá de dejar caer la cabeza hacia adelante en actitud sumisa y placentera entrega, mientras yo besaba su cuello y seguía sobándole a conciencia. No hubo ningún tipo de intercambio verbal, solo creciente acción. Mis manos y mi cerebro iban llenándose de sensaciones y la tocaba como si no hubiera mañana, como si no quisiera dejar un solo centímetro sin ser explorado, apretado...La presencia del anciano agricultor y los sonidos de gong en un templo cercano no hacían sino aumentar mí excitación, y para ese momento ya tenía la polla tan dura como el bronce y las pelotas a punto de explotar.Y entonces paré. No se si fué el hacerme consciente de su juventud, de la existencia de un novio de varios años (aunque tán lejano en la distancia), el respeto por ...
    ... el genius loci del lugar y la prudencia de evitar un numerito, o simplemente la egoísta sensación de que había sido suficiente para ser “la primera vez” y forzar la máquina podía estropear todo el asunto. De forma gradual aflojé la presión sobre sus senos, circunvale sus pezones sobre la camiseta con las puntas de mis dedos, quizás a modo de recordatorio, le dí un besito en el cuello y simplemente comenté;-”Perdona, no he podido evitarlo.”Un comienzo sencillo quizás, y casi infantil pensando en lo que nos tiene acostumbrados el mundo del porno. Pero con el tiempo descubrí que no podía haberlo hecho mejor, y que a mi manera había cruzado el Rubicon con esta chica.La tarde prosiguió de forma tan memorable como había empezado; Comimos unos noodles frios apropiados para las altas temperaturas físicas y mentales, y luego estuvimos observando un estupendo espectáculo de pesca con gavilanes tradicional en el rio, al anochecer, casi por casualidad. Todo tán redondo...Quizás esa noche diéramos una vuelta por la noche en una de esas juergas de Kyoto tan divertidas, no lo recuerdo bien, el caso es que tras unos días de conocerle acabé durmiendo con ella por primera vez. Ella vivía en una pequeña residencia de estudiantes regentada por una entrañable anciana, en un humilde pero coqueto barrio obrero de Kyoto. No estaba permitido que nadie durmiera allí aparte de las chicas pero las reglas están para romperlas, supongo. Tras tomar alguna copa, escuchar algo de música y sobre todo reirnos ...
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