Gemidos al amanecer
Fecha: 18/11/2018,
Categorías:
Fetichismo
Primera Vez
Autor: limahong34, Fuente: xHamster
... mucho, ella me preparó un futón junto a su cama, dejando a las claras que aún no me había ganado mi premio del todo. Pero la experiencia de la tarde anterior no hacía más que quitarme el sueño y la visión de su tierno culito bajo las bragas en la penumbra no hacía sino endurecer mi miembro aún más si cabe, y aumentar mi deseo de penetrar a mi linda compañera de una vez por todas. Trás dar decenas de vueltas en la oscuridad, y aún a riesgo de m*****ar, me incorporé a su cama de un salto y me tumbé junto a ella, que me daba la espalda. Supongo que lo intenté de todas las formas pero ella no acababa de rendirse. Quizás la sombra de su novio era demasiada alargada o no quería entregarse tán pronto, quien sabe. Yo a estas alturas había perdido mi caballerosidad del todo y el lobo interior estaba en modo completo. En cualquier caso accedí a sus peticiones de dejarle dormir y poco a poco me entregué a los brazos de Orfeo no sin dificultad, oliendo su cuello y apretando mis durezsa contra su culito a modo de consuelo reprimido y declaración de intenciones. Era todo lo que me estaba permitido, ya que ni siquiera pude repetir el excitante masaje previo. Finalmente mis ojos se cerraron mientras abrigaba su cuerpo en posición fetal.No recuerdo con exactitud los detalles del amanecer, pero os podría asegurar que mi polla seguía tan dura como la dejé y probablemente hice alguna última intentona mañanera a la desesperada mientras ella se desperazaba, nuevamente sin éxito. Probablemente ...
... bajase al 7eleven más cercano a comprar algo para preparar el desayuno a mi nueva compañera. Coemeríamos algo y tomaríamos unos tés para ir despertando, supongo. Aún cachondo como un perro dados los acontecimientos del día anterior, intentaba calmar mis deseos en pos de mantener esta nueva amistad y seguir disfrutando del viaje. Que tampoco soy un monstruo. Ya con el estómago lleno, probablemente cierta resaca y con la tranquilidad que ofrecen los viajes no planeados y sin fecha de caducidad, nos relajamos un rato antes de salir a explorar de nuevo. Ella se tumbó en mi futón de forma distendida y perezosa, apenas vestida con una camiseta y unas braguitas a modo de pijama. Quizás incluso oliera mi almohada mientras se restregaba como un gato, porque aunque la cama improvisada en el suelo apenas había sido usada un par de horas la noche anterior los calores del Agosto hacían sudar horrores. No sé lo que pasó realmente. Yo, de mientras, la observaba embelesado mientras me fumaba mi primer cigarro de liar del día sentado en una silla. Y entonces, como quien no quiere la cosa, ella me dijo, tumbada en el futón;- “Tócame los pezones.”Ése momento, ésas tres palabras tan inanes aparentemente, hicieron que algo explotará en mi cabeza con gran luminosidad, y el mundo pareció volverse del revés por un momento. Las puertas se habían abierto como por arte de magia y no pude menos que acercarme a su umbrál sin dudarlo un instante. Me abalancé sobre ella con suavidad, le subí la camiseta y ...