1. Debemos estar locos


    Fecha: 19/11/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Un día se me ocurrió depilarme el pene y los testículos; por la noche me acosté antes que mi esposa, desnudo, comencé a masturbarme para que cuando ella entrara me viera desnudo y con el pene bien erecto. Entró, me vio y solo dijo ¿qué haces? Estás loco. ¡Pero no se enojó! Luego se me hizo costumbre estar desnudo en la cama, masturbándome. Me calentaba enormemente que me viera, aunque no me venía. En una ocasión ella estaba haciendo un trabajo en la computadora yo, seguía con lo mismo, cuando entró al cuarto me preguntó: ¿cuántas veces te has venido?, ninguna, le contesté. Esa pregunta me dio más confianza. La siguiente vez que entró al cuarto y me vio haciendo lo mismo, le pedí que me trajera papel higiénico, me lo llevó y delante de ella tuve una venida de película. Luego se me ocurrió andar desnudo por la casa, le dije que me había vuelto nudista. Pero como no tengo un cuerpo atlético solía utilizar una playera que me dejaba al descubierto mi miembro por delante y mis nalgas por detrás. Esto se hizo costumbre. ¿Han oído hablar de la programación neurolingüística?... Bueno, si ustedes se la pasan diciéndole a una persona que es tartamuda, muy probablemente se vuelva tartamuda, depende que tanto se lo dicen y depende también de su personalidad. Ahora bien, hay un estado mental en que este sistema es más eficiente, ese estado es como cuando despiertan y se sienten muy a gusto, quedándose un rato en la cama, no sienten frío, ni calor, ni cansancio ni preocupaciones. Pero ...
    ... también al estar dormidos están en un estado mental en el que la programación puede dar resultado. Este último estado fue el que utilicé para programar a mi esposa para que también se volviera exhibicionista. Poco a poco fue dando resultado; comenzó por no ponerse brasier y utilizar playeras semitransparentes en la casa; luego, usaba las mismas playeras pero sin nada abajo, al igual que yo. La programé también para que aceptara todo lo que se refiere al sexo, por degenerado que fuera, exceptuando claro, eso de surrarse arriba de la persona o comer mierda. Lo que sí, fue el orinarse encima, pero solo cuando nos bañamos. Se volvió más atrevida que yo. Un día agarró una playera de las que no tienen mangas, la cortó de tal forma que cuando se la puso apenas le tapaba sus pechos, desde abajo la vista era maravillosa. Para el siguiente sábado me dijo que subiéramos a la azotea a lavar la ropa. Me adelanté con la primera tanda y cuando subió me quedé con los ojos cuadrados: se había puesto esa playera y de falda agarró un pedazo de tela, que no le alcanzaba a dar vuelta a su cadera, le faltaba como un centímetro, pero la unió con un seguro, de lado se le veía toda la pierna y por abajo se le alcanzaba a ver el inicio de sus nalgas, no traía calzones y se había depilado su sexo. Cuando colgó la primer prenda se le salieron los pechos, se cubrió, a la segunda prenda se le volvieron a salir, ya no se cubrió, así siguió tendiendo la ropa. Tal vez escondidos tras alguna puerta, algunos ...
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