Tres primas, tres pitbulls_ continuación - Relatos Eróticos

Tres primas, tres pitbulls_ continuación

... nos pusimos a hacernos cosquillas y para involucrar a Maggi yo retrocediendo me dejé caer sobre ella y la cosquillamos también. , en dicha lucha no había bandos era todas contra todas y estando las tres sobre mi cama, a modo de defensa comencé a pellizcarle los pezones a Andrea por encima de la tela de su pijama y aprovechando que ella se los estaba sobando girada para un costado me senté en el vientre de Maggi haciéndole cosquillas por todos lados y ella reaccionó igual que yo con Andrea, dándome un fuerte apretón en mis pobres pezones que casi me saltaron las lágrimas y me hice para un costado hundiendo mi cabeza en las almohadas a lamentarme del dolor. , posición de que Andrea tomó ventaja y me encajó uno de sus dedos en mi descuidado ano. , haciéndome enterrar mi pelvis en el colchón y levantar mi cabeza. , lo que le provocó mucha risa a Maggi que ahora estaba arrodillada sobre la cama. , y yo que ya estaba de espaldas metí mi derecha en su entrepierna y le apreté fuerte su monte de venus, mientras Andrea por detrás pasó sus manos por abajo de sus axilas y le pellizcó sus pezones zamarreándolos en círculos. , con lo que Maggi para poder zafarse de ambas se giró para un costado y se tiró al piso. Nos quedamos todas riéndonos e hicimos una pausa en nuestro estúpido juego, en que yo me levanté el polerón de mi pijama para mostrar lo enrojecido de mis pezones e incité a Andrea a que hiciera lo mismo. , y Maggi viéndonos a ambas con las tetas afuera no le quedó otra que ...

... mostrar las suyas. , y yo casi quedé con la boca abierta, pues no eran tan chicas como imaginaba pero sí sus pezones aún no se desarrollaban siendo muy difuminado el paso del blanco de la piel del seno mismo al rosado del pezón que casi no tenía relieve. , claro que en ese momento estaban casi rojos por la pellizcada que le había dado Andrea. , pero simulando mi asombro le dije ""Ooohhh, que colorado te quedó. , se te ven más chicas con los sujetadores deportivos que usas. "" mientras con mi índice derecho le topaba esos pezoncitos. , ya casi no me aguantaba las ganas de amasarle sus bubies y mamárselas. , pero el juego paró ahí y nos dispusimos a dormir. Al día siguiente no despertamos muy temprano, mis padres se habían ido hace bastante rato a sus respectivos trabajos y los perros estaban aguardando ansiosos en el patio, pero les di agua y comida dejándolos ahí afuera esperando. Las miradas cómplices eran a cada instante entre Andrea y Yo, no hallábamos el momento de poder armar la treta para cumplir nuestro cometido para con Maggi . , y esto fue a los pocos minutos de habernos levantado, pues ella quiso ir a darse un baño, durante el cual rápidamente arreglamos todo. La idea fue dar una ambientación del antiguo Egipto, donde Andrea personificaría a una súbdita, yo a un dios de esos que tenían cabezas de animales y Maggi haría el rol de una esclava, a la cual obviamente dentro del juego podríamos atar, golpear y someter. Yo no encontré una cabeza de perro para hacer de Anubis, ...