Tres primas, tres pitbulls_ continuación - Relatos Eróticos

Tres primas, tres pitbulls_ continuación

... de la cintura y dedicándome a soplar para tantear su capacidad interior. Maggi al sentir expandida su cavidad interior vaginal ""AAAHH. , AAahh. , Aaahhh. , AAAHH. "", casi gritaba y me hizo preocupar cuando se comenzó a orinar. , por lo que le pregunté si estaba bien, a lo que respondió ""Si. , siii. , siiigue pooor favooorrr. !!!"". , y entonces doblé la sonda para que no escapara el aire, comenzándola a mover y jalar suavemente para seguir estimulándola. En eso que yo gozaba haciendo gozar a mi prima menor Andrea salió a abrirles la puerta a los perros que entraron corriendo ansiosos, ante cual sorpresa me puse de pie y mi Ricky como pilló a Maggi en posición se le subió en el acto por atrás, a lo cual reaccioné tomándolo por su collar y retirándolo para un costado. , pero enseguida llegó Will y se puso a lamerla haciéndola jadear nuevamente del placer, tomándolo justamente Andrea cuando se le iba a subir a montarla y se lo llevó para el otro costado. , en eso yo ya tenía a mi perro lamiéndome la vagina y estaba apunto de bajarme a cuatro patas. , comenzando Andrea a hacer lo mismo. Maggi estaba como loca girando su cabeza para un costado y el otro, viendo lo que hacíamos sus primas. , pero Ricky que era el más ansioso me montó casi de inmediato, captando nuestro acoplamiento la total atención de ella. , pues se quedó impávida con su boca abierta mirando como los testículos de mi perro golpeaban mi monte de venus al tiempo que su pene taladraba profundo en mis entrañas. ...

... , y a los pocos segundos de haberme penetrado ya tenía muy hinchado su nudo, jalando mi vagina hacia mi ano y estirando mis labios permitiéndole a mi primita ver esa manguera de carne que une la base de su pene con su bola y el nacimiento de su cartílago que le permite penetrarme tan fácil. , e intuí que algo del bulbo se vio asomándose desde mi interior, pues los ojos de Maggi casi se salieron de sus cuencas de tanto que los abrió. , pero al tercer o cuarto tirón de los siguientes, me di cuenta que lo que más se abrió fue mi vagina, ya que el miembro de mi Ricky estando a su máximo volumen y en pleno curso de su eyaculación, se salió haciendo palanca y expandiendo mis labios interiores a todo el ancho de su nudo. , haciéndome pensar en un solo segundo que mi vagina ya estaba desbocada como la manga de un chaleco jetón, que ya no podría satisfacer bien a un hombre por el sobre ancho de mi vulva y también de lo asustada que quedaría Maggi si veía mi cara de preocupación. Y de inmediato reaccioné dándome la vuelta yendo a buscar el pene de mi perro. , se lo tomé de la parte posterior al nudo, a lo que Ricky reaccionó pasando su pata izquierda por sobre mi antebrazo dejando volteado para atrás su aparato escupiendo incesantes chorros de su semen. , no dudando yo en metérmelo en la boca para mantener en el engaño a Maggi y gocé de verdad de aquel sexo oral que le hacía a mi perro tragándome cada gota de su esperma, ordeñando ese pene que mientras lo tenía apretado no paraba de ...