Incendiando al muñeco
Fecha: 22/11/2018,
Categorías:
Gays
Fetichismo
Autor: 20bcn, Fuente: CuentoRelatos
... ya había detectado el botón que debía accionar en el cuerpo del sujeto, y estaba dibujando prolongadas caricias en ese punto de placer e indefensión que el culo de aquel juguete le ofrecía. Las caricias se volvieron táctiles palmadas que golpeaban ese palpitante agujero hambriento, cada vez más dilatado de labios hinchados y nalgas apretadas. El sujeto temblaba, la presión de su encarcelada polla se volvía más aguda y sus acuosos ojos, desde su silencio, parecían implorar por algo que de momento; los dos chicos, no tenían intención de ofrecerle. El pelirrojo de vez en cuando, liberaba al rabioso pollón de su ajustado bañador y lo hacía golpear o restregar su dureza por la cara del sumiso. Esa muestra de poder hizo temblar y babear al esclavo; entonces el joven amo, apoyó la punta de su grueso y curvado rabo sobre la mordaza cilíndrica del sujeto, y dejo que la espesa y blanca saliva del cachorro adulto arrodillado entre sus piernas, se deslizara en hilos cada vez más gruesos resbalando hacia la ardiente piel de su prepucio. Al primer contacto con el espeso y húmedo elemento, la polla del pelirrojo dio un leve respingo de agradecimiento y alivio; luego y con su mano izquierda, el chico empezó a masturbarse sin dejar que la punta de su miembro, perdiera contacto alguno con el trozo de caucho que el esclavo tenia metido en la boca. En el lado opuesto de ese cada vez más ...
... dibujado y moldeado objeto de placer amordazado, unos hábiles dedos sintieron la curiosidad de explorar más profundo dentro de su físico espacio interior. La palpación táctil arranco los primeros gemidos contenidos que quedaron colgando de los labios del esclavo a la bola pegados. Este parecía haberse quedado atrapado ante la imagen oblicua que sus ojos recibían desde su postrada posición; de esa tremenda, joven y descomunal polla masajeada por una mano experta y obediente, que iba untando con la saliva que rebosaba de su boca amordazada; ese apéndice cárnico con firmes y suaves movimientos. En el instante de ojos encontrados, el chico pelirrojo golpeo una mejilla del esclavo con su rotunda y pegajosa polla, acerco de nuevo la pequeña botella a su nariz enrojecida y este inspiro fuerte. Lo siguiente que salió de esa boca sumisamente taponada, fue una especie de distorsionado lamento acompañado de una mayor secreción de saliva, que los dos chicos utilizaron abundantemente; uno, lubricando ahora sí de una forma extremadamente descarada, esa gruesa y arqueada polla de imagen rutilante y de una fuerza visual tremenda; y el más joven untando a su vez; ese palpitante, caliente y dilatado agujero donde podría frotar su abultado paquete lycrado, y por el que su enorme polla quería deslizarse hasta el fondo de ese palpitante y caliente agujero; con embestidas poderosas, largas y profundas.