El culo ya no tan equivocado
Fecha: 22/11/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... Al quedarnos solos me preguntó:“Quiero saber la verdad…estás intentando cogértela…???”En vano fueron mis explicaciones; mi sagaz mujercita no me creyó una sola palabra; pero, a pesar de sus sospechas, yo no iba a cejar en mi intento de darle bomba a la sexy Diana…La oportunidad se me dio a la noche. Nuestros amigos estaban instalados en un complejo edilicio que tenía una espaciosa pileta climatizada, la cual se utilizaba en horario nocturno.Luego de regresar de la playa, todos nos cambiamos y salimos a cenar.Volvimos bastante temprano y Gustavo sugirió que los acompañásemos a compartir unos tragos y a disfrutar de esa pileta climatizada.Ana y Gustavo decidieron quedarse en la mesa conversando, pero Diana me pidió que la acompañara a darse un chapuzón.Ya en la pileta, me acerqué a ella y le acaricié la cola por debajo del agua. Eso me hizo parar la verga en dos segundos. Diana me devolvió la sonrisa y alargó su mano, comprobando la dureza bajo mi short de baño.“Te espero adentro, en el baño… no te demores demasiado…”Susurró Diana, mientras salía de la pileta y se alejaba bamboleando sus insinuantes caderas.Apenas me acerqué a la puerta del baño, ella abrió y me arrastró adentro.Trabó la puerta y me comió la boca en un profundo beso de lengua, mientras mis dedos se enredaban en sus cabellos rubios enrulados.“Mi esposo se cogió a tu esposa ayer… ahora quiero la revancha…”Dijo Diana, mientras desprendía los hilos de su micro tanga azul.La apoye contra el lavatorio, de espaldas ...
... a mí. Escupí en la punta de mi verga durísima y se la metí en un solo embate, sintiendo esa concha húmeda, estrecha y muy caliente toda para mí.Ella gimió como si le hubiese provocado sorpresa, pero enseguida se acopló a mi ritmo, echando su culo hacia atrás, al encuentro de mi verga que la traspasaba violentamente.Comencé a bombearla de una manera infernal, casi con furia; mientras pensaba en sus palabras: Anita me había confesado que solamente habían tenido sexo oral; pero más tarde, cuando se me entregó en la cama, yo había podido sentir que su concha estaba algo más dilatada que lo habitual.Era posible que Gustavo la hubiese cogido; yo sabía que su verga era anormalmente grande y por eso mi mujercita parecía sentir cierto dolor cuando cogimos esa noche.Dejé de pensar en ello y me dediqué al placer que me estaba dando la dulce concha de Diana. Ella gemía, jadeaba, se retorcía y suplicaba por más; mientras yo la aferraba por las caderas y la bombeaba todavía con más ímpetu. La cogía con estocadas profundas, lamiendo sus orejas, pellizcando sus pezones erectos desde atrás y diciéndole de todo…Diana gemía, se retorcía gozando, acababa como una yegua en celo…Después de diez minutos, por fin sentí un temblor en mi espalda y de repente acabé dentro de esa hermosa concha. Ella se relajó, sintiendo cómo mi semen la llenaba por completo. Me salí de ella y giró para besarme, diciendo que más tarde iba a querer un poco más…Le sonreí, diciendo que regresáramos a la pileta.Apenas nos ...