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El culo ya no tan equivocado
Fecha: 22/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... habíamos zambullido, cuando aparecieron Ana y Gustavo.Mi amigo tenía cara de relajación, pero mi dulce mujercita traía su bello rostro transpirado y arrebujado: señal de que había estado cogiendo…Un rato después salí para dirigirme al baño.Antes de llegar me alcanzó Diana y nuevamente me empujó adentro.Esta vez saqué mi verga bien recargada y la obligué a que me la mamara.Después la hice girar y apoyarse sobre el lavatorio.“Esta vez quiero tu culo… ese culo que me vuelve loco, nena…” Le dije.Diana sonrió y se arrancó la tanga. La muy turra ardía; pude sentirlo cuando le metí las yemas de mis dedos en la concha. Le abrí un poco la entrada trasera con un solo dedo, tratando de dilatarla un poco.No teníamos mucho tiempo, así que comencé a meterle mi verga dura, hinchada y venosa en su estrecho ano. Se la metí a fondo y sentí como si la estuviera partiendo en dos a esta perra que se hacía la inocente…En menos de cinco minutos acabé dentro de su estrecho culo. Se lo dejé en llamas, mientras ella seguía lloriqueando y suplicando por más.Cuando se la saqué de la cola, Diana me pidió que siguiera hasta hacerla acabar. Me senté y la hice cabalgar a ella sobre mis ...
... rodillas, con sus piernas bien abiertas. Le metí dos dedos en su vagina ardiente y le hice una tremenda paja. La angelical Diana gritó más que cuando la cogía con mi verga.Finalmente acabó gritando como loca y luego cayó vencida y entregada sobre mi hombro. La acaricié con suavidad y ella me lo agradeció.Nos repusimos un rato, nos vestimos y regresamos a la pileta, donde no había señales de nuestros amorosos cónyuges…“Ya sabía, mi maridito se debe estar cogiendo a tu mujercita en mi cama”.Nos despedimos con un beso y ella me hizo prometer que volveríamos a coger antes de terminar esas mini vacaciones…En nuestro departamento me duché y me acosté a esperar el retorno de mi ardiente mujercita. Dos horas más tarde se abrió la puerta y encendí la luz.Allí estaba Ana; los brazos en jarra mostrando una pose desafiante; su bello rostro relajado, con señales de haber disfrutado un buen polvo…Se quitó el pareo que cubría su cuerpo escultural y la breve tanga color verde lima. En la penumbra pude ver que algunos hilos de semen se deslizaban por sus muslos.Ella siguió mi mirada y lanzando una carcajada me dijo:“Te lo advertí: ojo por ojo, diente por diente y polvo por polvo…”