1. Por amor a la familia (Día Cuatro: parte 1)


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Transexuales Incesto Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos

    Día cuatro Parte 1 No me levante a la escuela, no sé a qué grado me afecto el alcohol, pero si puedo recordar que había salido a la terraza y que la gente me vio, me siento apenada y algo culpable. Me levante y fui consciente de que estaba vestido de mujer y que había dormido en la cama de una de mis primas. Volví a ver la recamara y seguía siendo un desastre, incluso aún más. Me retire la ropa de chica y la deje en el suelo, incluso las panties con la toalla, ahora muy sucia, me metí a la regadera y me bañe con mucha calma, mi cabeza daba vueltas, aunque no me dolía, Salí de ducharme y me dirigí a mi habitación, ahí me quede tirado en mi cama desnudo un rato, pensando, al parecer mi conciencia había despertado, estaba confundida, que había hecho todos estos días? Que pasaba con mi padre? Que pasaba conmigo? Me levante y me vestí mi ropa de hombre. Salí a la calle a comprar algunas cosas y fui a la escuela a encontrarme con mis compañeros, a ponerme al tanto de lo que había perdido, ellos me cuestionaron de porque no había asistido, simplemente dije la verdad, que no me levante. Fuimos a comer a un negocio de comida y ahí paso algo que le dio un giro al día. Entro una mujer joven acompañada de un hombre ya maduro, él era guapo, pero ella se veía estupenda, traía puesto un vestido corto, strapless, de bolitas y con vuelo en la falda, anteojos para sol y un sombrero súper elegante, unos zapatos negros altos finalizaban con sus largas piernas torneadas, su caminar era ...
    ... impresionante, cada paso demostraba sensualidad, cada pose, incluso la forma como sonreía o detenía su bolsa, era evidente que no era la esposa de ese hombre, ya que era muy consentidor con ella, además de que se veía que él era mayor que ella por muchos, muchos años, ella era joven, un poco mayor que yo, era casi ilegal esa escena. Esa imagen me impacto demasiado, esa chica podía ser yo, era yo quien podía estar con ese hombre, según mi experiencia del día anterior, la gente ni siquiera lo notaria. Yo quería ya irme a la casa, me sentía inspirado, pero mis amigos insistían en que me quedara, finalmente pude escapar. Entre corriendo como es costumbre a la casa y subí las escaleras corriendo, casi al tiempo que iba quitándome mi ropa en el camino, llegué a la habitación del desorden, abrí la llave de la tina y comencé a llenarla, puse mucho jabón en ella, creando espuma y me sumergí en ella, tratando de recrear esas escenas de películas donde las chicas gozan del baño de burbujas, me sentía sexy, la mujer dentro de mi ya no podía resistir el estar encerrada. Cerraba mis ojos y recordaba a la mujer del restaurant al tiempo que tocaba mi cuerpo bajo el agua, tocaba mis insignificantes pechos, apretándolos un poco, pasaba una mano por mi pene semi erecto, pero sin sujetarlo, solo lo presionaba contra mi cuerpo, me sentía tan mujer. Entonces se me ocurrió llevar a cabo un ritual que ellas hacen, aunque no lo necesitaba, me depilaría toda… o en su defecto me rasuraría. Busque a mi alrededor ...
«1234»