Confidencias 21 Dos amigos de Eduardo para mí
Fecha: 26/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
En lugar de desnudarme me miró de arriba abajo y me abrazó para besarme, suave al principio y luego con furia. -También sabes sabroso como fruta a punto de madurar. Tenía que responderle algo a Alberto, no paraba de enviarme mensajes… Volví a leer sus escritos por tercera vez. -“No comprendo que puedo haber hecho para que te molestes de este modo, me duele no poderme defender y explicarte cuando conozca el motivo. Te quiero Oriol” -“¿Piensas que me he aprovechado de ti? Sí, estas en lo cierto, tienes razón aunque nada fue premeditado. ¡Por favor!, ¡por favor! Discúlpame. Estoy arrepentido por haberte molestado pero no puedo evitar quererte. Te amo, te amo” -“¿Continúas molesto? He pasado una noche terrible, ni dormir he podido pensando todo el tiempo y no encuentro la causa de tu enfado, fue tan repentino cuando hacía unos momentos me abrazabas mientras te amaba, dímelo para que pueda defenderme, Te quiero tanto” -“Respetaré lo que decidas, si no quieres volver a verme estaré de acuerdo y haré tu voluntad, pero al menos déjame que sepa el por qué de este alejamiento. Ya no te digo que te amo porque puede molestarte, pero es cierto, no lo puedo evitar” Y así otros tres más. Tenía que contestarle, no podía dejarle de esta manera, veía que no estudiaba ni vivía, pendiente de los motivos que causaron mi espantada de su lado. Estaba en sus últimos momentos de carrera, a punto de terminar y esforzándose con todas sus fuerzas para aprobar todos los temas y esto le estaba ...
... destruyendo, o por lo menos limitando sus posibilidades al perder el tiempo conmigo. -“Bien Alberto, tienes razón y no tengo una disculpa creíble para justificar mi comportamiento. El problema no eres tú, no des más vueltas al asunto. Yo soy el culpable y el que no debió traspasar cierto límite que resultaría peligroso como así ha resultado, déjame que lo piense y pueda hablarte con sinceridad, pero por favor estudia lo que te falta, cumple tu ilusión, de verdad que me alegraría que tu nota fuera la mejor que puedas obtener, no me preguntes más y déjame que aclare mis ideas” Sentía un gran alivio aunque sabía que sería transitorio, mis sentimientos eran parecidos a los de él, pero no podía confesarlos, no para crear nuevas ilusiones que serían otro problema. -“Te juro que por tenerte contento recuperaré estas horas como sea, aunque no duerma durante días. Estas últimas semanas trabajaba con ahínco, poniendo todo mi esfuerzo e ilusión en terminar mis estudios, para ponerme a trabajar y así poderte ofrecer algo además de mi vida” Y ya no quise contestarle para no prolongar la agonía. Estábamos en un descanso entre clases cuando Rubén me apartó un momento del grupo para llevarme a la sala de descanso, llamada cantina entre nosotros. -¿Has visto la moto en la que han venido Pablo y Erico al colegio? Por descontado que no los había visto, llegué temprano y me dirigí directamente a mi clase. -No me he encontrado con ellos y me imagino que la habrán dejado en el aparcamiento, si quieres nos ...